Reencuentro - Segunda base

 Había vuelto a casa escuchando música, cantando, sola en el auto. Estaba de buen humor.

La visita a Ideas había resultado mejor de lo que esperaba y me había ayudado a ahuyentar algunos miedos y fantasmas que últimamente tenía dando vueltas.

Sentía a Pedro cerca de nuevo y eso me hacía bien. No sé en calidad de qué porque ambos éramos muy complicados, pero ya con que estuviera cerca, me devolvía la motivación.

 

Estas semanas sin él se habían hecho largas. Difíciles.

Ver por todos lados, como buscaban armarle relaciones con cuanta mina se le cruzara, me tenía crispada. Tan poco respeto tiene la gente por sus relaciones anteriores que buscan cambiar figuritas apenas el lugar queda vacante?

Y no lo decía por Pedro, porque un poco de confianza le tenía y sabía que todas estas movidas no salían de él. Al contrario. Pepe era incapaz de hacer algo que me incomodara o de buscar promocionar una relación con alguien para demostrar que me había olvidado.

Él buscaba alejarse de la imagen de galán que todo el tiempo arengaban desde la productora y jugaba el juego lo más tímidamente posible para zafar.

De todos modos, la última semana algo percibía diferente. En las últimas notas que había visto suyas, de cuando bailó o fue toda su familia a La Cocina, podía verlo resignado, sin brillo, evitando situaciones embarazosas y ahí me había entrado la desconfianza…

Y si Pedro realmente se disponía a borrarme de su vida?

Y si se alejaba del todo y para siempre?

Está bien que en eso habíamos quedado, en no hablarnos, en no vernos, en dejar pasar el tiempo para no confundir más las cosas… pero yo no estaba preparada todavía para dar del todo vuelta la página.

Pedro había entrado en mi vida revolucionando todo. Con él y con lo que nuestra relación significó… y la verdad es que yo todavía no lograba decodificar qué era lo que nos unía.

Cariño había y mucho. Ganas de estar juntos y de compartir también, porque nos divertíamos, porque nos acompañábamos y porque nos complementábamos. Cuando yo estaba muy arriba el me bajaba y cuando él estaba muy abajo yo lo levantaba. Pedro además sabía contenerme y transmitirme seguridad como nadie, y decía que yo le devolvía la alegría. Así las cosas habían funcionado por un tiempo, hasta que llegaron los roces, los desencuentros, la distancia forzosa por trabajo, los malos entendidos por escasa comunicación… los cortocircuitos.

Las peleas empezaban por pelotudeces y terminábamos siempre girando en el mismo punto.

No nos entendíamos. Pero en realidad era que no nos hacíamos entender. Ninguno exponía sus verdaderos miedos por temor a la reacción del otro frente al planteo, y eso nos había matado.

 

No poder hablar de nuestras inseguridades para no quedar expuestos en cuerpo y alma como si el otro fuera a aprovecharse y devorarnos vivos, había terminado con nuestra relación.

Y lo peor de todo, es que a eso llegamos por escuchar a otros… porque si nos cuidábamos tanto al punto de no relajarnos ni dejarnos conocer, era porque nos habían llenado la cabeza de que teníamos que ir despacio, tanteando las intenciones del otro para no salir lastimados.

Y más lastimados habíamos salido por alimentar tanta desconfianza.

Por qué carajo escuchamos a los demás?  Porque es gente que se supone que nos conoce, nos quiere y nos cuida… 

Tanto nos pidieron que nos cuidáramos que al final terminamos cuidándonos de no dejar aflorar del todo el amor… como si uno pudiera preservarse de sufrir… y evitar amar.

Analizándolo a la distancia, lo veía todo mucho más claro.

Pedro estaba rodeado de posibilidades que pudieran catapultarlo a la fama y al éxito y sin embargo él seguía con los pies en la tierra y bajo perfil.

Por otro lado yo, buscaba guardarme todo lo que podía. Sólo se me veía promocionando el nuevo programa o en alguna campaña, pero evitaba encontrarme con los medios y mucho más que intentaran vincularme con nadie.

Creo que eso también ayudo a que nuestro entorno se relajara y admitieran que al final… lo que podía llegar a confundirse con una relación basada en intereses, estaba únicamente alimentada por nuestra onda.

Teniendo las cosas un poco más claras, me daba ganas de que todo fuera diferente. De volver el tiempo unos meses atrás y de hacer todo lo que no habíamos hecho.

No es fácil entregarse al amor y menos siendo tan inseguros como nosotros dos.

Pero yo necesitaba saber dónde estaba parado Pedro. Mirarlo a los ojos para saber si tenía que seguir de largo o dejarnos llevar.

Para eso había ido a Ideas. Obviamente con la excusa de visitar a viejos amigos… tampoco iba a dejarme tan en evidencia.

Nuestro encuentro realmente había resultado positivo. Ya no tenía el sabor amargo de la última discusión nefasta que tuvimos, y nos habíamos mostrado sinceros al decirnos que nos queríamos. 

En nuestros abrazos pude sentir cuánto nos extrañábamos y saber que era mutuo, era reconfortante.

Los miedos y las inseguridades de las últimas semanas dejaban un poquito de lugar a la esperanza.

Llegué a casa, preparé mate y prendí la compu. Ya todos los portales hablaban de mi visita a Ideas y otra vez volvía a sentir el peso de tener que dar explicaciones.

Me desconecté.

Mi celular sonaba y corrí a atenderlo.

Era Paul, uno de mis representantes, para decirme que había quedado seleccionada para hacer el nuevo Videoclip de Ricky Martin y que se grababa en 2 semanas, justito antes de irme de viaje.

No lo podía creer. Un video con Ricky Martin… yo? Estaba feliz! Me pasó toda la data y quedamos que en cuanto él tuviera cerrada mi agenda de esos días me avisaba para que ultimara detalles. Se venían varias cosas al mismo tiempo, y también estaban pendientes las últimas grabaciones de Extra Pequeño.

Estaba revolucionada y necesitaba compartir tanta alteración con alguien. Llamé a La Bicho… mi amiga incondicional. Necesitaba una oreja y nadie como ella.

Vi que en el celu titilaba un nuevo mensaje y era de él… 

“que lindo verte hoy, ojalá se repita”

“claro, pero ahora te toca a vos, ya te lo dije” - retruqué

Volví a prender la compu y ahora sintiéndome más segura, entre a Twitter y escribí:

“que lindo ver a tanta gente q hace mucho no veía! qué lindo visitar lugares que me hicieron tan bien!!! FELIZ!”

Y sí… necesitaba manifestarlo. En Ideas había sido muy feliz y estar esa tarde allí entre ex compañeros y amigos, volviendo a sentir de cerca las corridas del bailando me tenían algo nostálgica. No lo iba a negar. Un poco extrañaba.

“@paulitachaves muy linda tu visita. Acá se te quiere mucho. Obvio yo tamb.”

No había escrito con la intención de que él respondiera, pero que lo hiciera... significaba demasiado. Más porque estábamos hablando por privado y no había necesidad de que se expusiera públicamente. Evidentemente la rueda se ponía nuevamente a girar.

Armé una Twitcam para sentirme un poco más cerquita de todo eso que me había hecho tanto bien el año pasado.

Hablar con las chicas, leerlas, sentir sus demostraciones de cariño, me devolvía la alegría. Eso y que Peter no paraba de hacerme chistes vía BBM.

Se ve que estaba mirando la Twitcam y metía comentarios picantes y divertidos arrancándome sonrisas.

Aparentemente no todo estaba tan muerto entre nosotros… el histeriqueo seguía intacto y a mi juego me llamaban.

Sentirlo a él pendiente de lo que yo hacía o decía, era todo lo que yo necesitaba para recobrar la confianza y la alegría que había perdido en las últimas semanas.

Nos comportábamos como dos adolescentes, si.. Y qué? No molestábamos a nadie con nuestra inmadurez… déjennos querernos como queramos… a nosotros nos hace bien.

Después de un rato, sentí que ya era suficiente exposición por un día y me despedí de las chicas y de Pedro también.

La Bicho estaba llegando para ayudarme a poner mi cabeza y mis sentimientos en orden.

Pasaron varios días, en los que todo siguió su curso normal… laburando a full desde la madrugada para grabar los programas que faltaban y adelantando algunas producciones para poder viajar tranquila y tomarme un par de días más.  Lo necesitaba realmente.

De Pedro no había tenido más noticias y aunque lo extrañaba… estaba bien así. Había que dejar aquietar las cosas… y descifrar de qué se trataba aquel histeriqueo de nuestro último encuentro. Realmente nos pasaban cosas o era capricho y más de lo mismo?

Me avisaron de Multitalent que debíamos grabar el Videoclip justo el mismo día que teníamos pautado grabar los últimos programas de XP.

Hablamos con la producción para ver cómo podíamos reorganizar las jornadas y ellos a cambio me pidieron un favor.

Querían grabar un programa especial con invitados sorpresas que participaran ayudando a cada familia… y habían pensado en invitar a Pedro y a Matías Alé pero antes querían saber si yo estaba de acuerdo.

Me resultó extraño el pedido porque el formato no estaba pensado para invitados “figuras” pero obviamente no podía negarme. Demás estaba decir que me sentía cómoda con que fueran ellos, porque entre los 3 sobraba la confianza y hasta me divertía un poco la situación.

Me preguntaron si prefería invitarlos yo, o que lo hicieran desde la producción. Y les dije que a Matías le avisaran ellos, pero con Pedro prefería hablarlo yo.  No quería ponerlo en un compromiso. Si podía y se copaba buenísimo, pero sabía que a la producción no se iba a sentir cómodo diciéndoles que no, y estaba en todo su derecho de no venir…

PP: _que sorpresa! Cómo estás? – atendió sabiendo quien lo llamaba.

Pau: _Qué haces Pepe, todo bien?

PP: _si, tranqui. Laburando. Vos? – se lo notaba sin querer soltar demasiada data, y supuse que era porque tenía gente alrededor escuchando.

Pau: _ todo bien, podes hablar? – no quería incomodarlo por las dudas que tuviera a alguien cerca que él no quiera que escuche…

PP: _si si, hay un poco de ruido pero te escucho. 

Pedro estaba raro, pero no me iba a poner a analizarlo, yo necesitaba pedirle un favor y me concentré en eso.

Pau: _Pepe te llamo para invitarte al programa, a jugar a XP.

PP: _pero si el programa no tiene invitados – dijo algo confundido.

Pau: _quieren armar un especial y pensaron en vos y en Matías Ale. Preferí llamarte yo para que te sientas en libertad de decirme que no, si no podés o no tenés ganas. No quiero que te sientas obligado… no tenés ningún compromiso conmigo y no necesitás cumplir diciéndome que sí.  – me apure a decírselo para dejarlo en claro y evitar malos entendidos.

PP: _terminaste? – dijo divertido -  Sabés que nunca te diría que no. Dejame que pregunte acá pero al ser el mismo canal supongo que no va a haber problema. – hizo una pausa y como vio que yo no hablaba siguió – y cuándo se grabaría?

Pau: _el fin de semana.

PP: _sabés que el sábado yo no puedo, si fuera el domingo hay más posibilidades. – dijo sincero.

Pau: _Supongo que no habría problema, querés preguntar así yo ya lo confirmo con la producción?

PP: _dale. Dejame que lo hable y te aviso.

Pau: _gracias Pepe. Me harías un gran favor.  Avisame cuando sepas y coordinamos. Te mando un beso.

PP:_no es nada, encantado de poder ir… además está bueno que me debas un favor – dijo divertido y ganador.

Pau: _pensás cobrártelo muy caro? 

PP: _mmmm no sé. Algo seguramente se me va a ocurrir.

Pau: _que miedo Pedro Alfonso! Y yo que pensé que lo hacías de onda nomás…

PP: _claro – dijo seco.

Pau: _claro qué cosa?

PP: _eso que dijiste. Voy especialmente porque tenemos onda. No dijiste eso?

Pau: _ vos sabés lo que yo dije, y no lo dije en ese sentido… no juegues a marearme con tus dobles sentidos y tus chistes tontos.

PP: _justamente porque no sabes apreciar mi humor, es que me voy a cobrar el favor… y agarrate porque va a ser caro… sabés lo que me va a costar despertarme mi único día libre para irme al medio del campo a cagarme de frio jugando? – dijo sobre exagerando la situación para sumarse puntos. 

Pau: _bueno si va a ser un sacrificio, dejá, lo arreglamos con alguien más… no tenés que padecerlo tampoco.

PP: _dejame disfrutarlo Chaves… te voy a tener en mis manos. – dijo pícaro.

Imposible que la histeria no apareciera en nuestras charlas, aún siendo de trabajo.

Y para qué negarlo… me divertía deberle un favor. Hasta estaba ansiosa por saber cómo pensaba cobrárselo.

Pau: _todo sea por trabajo – dije buscando salir de la situación – yo me debo a mi programa.

Y Pepe rió con ganas desde el otro lado y yo reí al escucharlo a él. Nos despedimos y quedamos en hablar o mensajearnos para confirmar todo.

La semana pasó rápido, tapada de laburo y agotada por los horarios. Las grabaciones se hacían muy temprano y la tarde las tenía cargada de producciones.

Estaba físicamente cansada, y no veía la hora de que llegara el viaje a México para desenchufarme de la rutina.

Pedro me había confirmado su presencia en el programa y después de eso se cerraba el ciclo. Al día siguiente de grabar, yo filmaba con Ricky Martin y luego… 10 días de calor, sol, mar, playa y ambiente relajado.

Era sábado a la noche y no podía dormirme, eso que estaba despierta desde el alba. El celu me indicaba que alguien me escribía…

BBM de Pepe.

“te puedo pedir un favor? Tengo una presentación esta noche y tengo miedo de quedarme dormido, me llamás mañana o le pedís a alguien de la producción que lo haga? No quiero pasar papelones y dejar a todos esperando”

Me daba ternura… pobre pibe laburaba como bestia, acababa de terminar un programa eterno de no sé cuantas horas, le tocaba hacer una presentación a la noche en un boliche y encima al día siguiente me venía a hacer la gamba en el programa, obligado a madrugar en su único día libre…. 

Era muy cierto… le estaba debiendo un favor muy grande.

“Poooobre, ahora me da culpa! Arruino tu único día de descanso, lo mínimo que puedo hacer es despertarte o asegurarme que te despierten… yo me ocupo” – le escribí.

“esta perfecto que sientas culpa… para que cuando pretenda cobrarme el favor, no puedas decirme que no ;)”

Estaba claro que mañana iba a ser un día interesante, divertido.

Me dormí en algún momento de la madrugada viendo una peli que enganche en la tele.

Me desperté como pude a las 5.30 para prepararme ya que a las 6.15 pasaban a buscarme con la traffic.  Volví a dormir un ratito en el viaje, pero la ansiedad ya se estaba apoderando de mí.

Mientras me producían para grabar los primeros programas de la jornada, le quemé la cabeza a Sochi, mi peinadora y amiga…  ella conocía mejor que nadie la historia completa… todas las idas y vueltas, cada pelea, cada reconciliación… cada secreto. 

Estaba bueno tener una aliada conmigo ese día… iba a necesitar apoyo moral para no mandarme ninguna cagada, no quedar demasiado expuesta y no pasarme de locura.

Le encomendé a ella la tarea de despertar a Pedro ya que yo iba a estar grabando.

Ellos llegaban más tarde para grabar el programa final del ciclo. 

A mitad de mañana comencé a sentir un dolor de panza que no sabía si adjudicárselo al frío que hacía en esos mega galpones o a los nervios por la visita de Pedro.

Faltaba poco para que llegaran, la producción se había encargado de buscarlos para evitarles venir por su cuenta, ya que se grababa fuera de la ciudad y no todos sabían llegar.

Cortamos al mediodía para almorzar y yo aproveche para irme a la carpa donde estaba armado mi camarín para distenderme y calentarme un poco. Estaba helada y me temblaba todo el cuerpo. Me acosté abrazada a Moro y me tapé para recuperarme un poco.

Los chicos de producción me notaban afectada y se apuraban a mimarme trayéndome más estufas y comida calentita… creo que todos presentían que lo que me tenía revolucionada era la visita de él.

Eso y que era el fin de un ciclo y a mí los finales por lo general siempre me pegan así… con nervios, con angustia, con felicidad, con melancolía…

Pepe y Matías ya venían en camino y estaban cerca. Matías no paraba de mandarme pedidos al chat del BBM con exigencias y pretensiones para cuando ellos llegaran, cual divos.

Obviamente buscaban hacerme sentir culpable y se estaban divirtiendo en ponerme nerviosa.

Me divertía porque sabía que todo era con la mejor de las ondas.

Si hay gente relajada en este ambiente… ellos están encabezando la lista. Lejos de sentirse estrellas y poner condiciones.

Vino una de las productoras a avisarme que el auto con los invitados ya estaba entrando y me apuré a abrigarme para salir a recibirlos.

La buena onda reinó de entrada. Abrazos, chistes, burlas y pasadas de facturas por lo que estaban haciendo por mí… 

En eso veo pasar corriendo a Moro que se le pone a saltar y ladrar a Pedro dándole la bienvenida y haciéndole fiesta para que lo alce.

Pedro reaccionó emocionado por el recibimiento del chancho y lo tomó en brazos.  Moro lo llenó de lengüetazos y Pepe se dejó besar como nunca lo había visto hacerlo. 

Me acerqué emocionada a ellos y con una sonrisa le dije:

Pau: _viste que te iba a reconocer? – y acaricie a Morito que no paraba de moverse en brazos suyos, inquieto y excitado por el reencuentro.

Pepe no pudo responderme porque seguía emocionado, pero en cambio abrazo más fuerte al chancho y lo beso un par de veces.

Ese simple gesto suyo, esa imagen perfecta de ellos dos juntos y felices me alcanzaba a mí para sentirme plena, completa y feliz nuevamente.

Todas las dudas y los miedos parecían despejarse con esa simple revelación… ellos eran mis dos amores… son mis dos amores.

Nos miramos algunos segundos en un silencio que habló por nosotros y sonreímos como aceptando esas fichas que te caen de pronto, dejándote todo claro.

Otro auto llegó de donde bajó el equipo de producción de La Cocina del Show para grabar el back de la nota.  Yo no sabía que venían pero siendo ellos, no me sorprendió… era lógico que no se perdieran grabar este “reencuentro” y entre programas suele hacerse eso de devolver los favores promocionando la visita de uno en el programa del otro mediante notas.

El Balita, el Turco y Sulo. Tres personas que yo conocía muy bien y que seguramente con la excusa de la nota, también venían a hacerle el aguante y servirle de contención a su amigo.

Un poco resignada pensé que estabamos destinados a que nuestra relación siempre fuera frente a cámaras. No había culpables o responsables… simplemente nuestra realidad era esa.

Sin proponérmelo ya estaba un poco a la defensiva, y toda esa paz que había sentido segundos atrás viendo a Pepe y Moro interactuar llenos de amor, se me había ido. 

Las cámaras encendidas me llenaban de tensión. Tener que estar cuidando mis reacciones o midiendo lo que digo o lo que demuestro me ponía un poco de mal humor.

Con la excusa de retocarme me fui a mi camarín, mientras la producción llevaba a los chicos a cambiarse para comenzar a grabar.

Sochi buscaba tranquilizarme mientras dejaba listo mi peinado. Yo estaba haciendo control mental para que mi cara no reflejara la incomodidad  por sentirme expuesta nuevamente.

Alguien pidió permiso para pasar y era Pedro que entró tímidamente. Sochi buscó una excusa y se retiró dejándonos solos.

PP: _pensé que sabías que veníamos con equipo.

Pau: _no sabía pero está todo bien, no tenés que explicarme, es lógico.

PP: _lo arreglaron entre las producciones, a mi me lo dijeron hoy, sino te hubiera avisado o al menos consultado si estabas de acuerdo.

Pau: _Pedro no te pedí explicaciones, de verdad, está todo bien.

PP: _No está todo bien porque te conozco y te cambió la cara. 

Pau: _sabés lo que me pasa con las cámaras. Me siento incómoda…

Lo vi a Pedro bajar la cabeza apenado y me dio bronca también por él. Él también quedaba expuesto, los dos éramos víctimas de lo mismo, no podía descargarme con él, cuando no tenía nada que ver.

Pau: _es solo que no estaba preparada, me tomó por sorpresa, ya me había desacostumbrado a tener que exponerme todo el tiempo… no te preocupes, ya está. Ya se me pasa.

PP: _vamos a divertirnos Pau, a pasarla bien. No nos caguemos el día por esto. – y lo dijo en tono de súplica.

Pau: _Olvidate. Ya está. Ya pasó. Vamos a divertirnos y a pasarla bien.

Y chocamos nuestras manos en un saludo cómplice que teníamos para ese tipo de situaciones.

Salimos de mi carpa y nos juntamos con el resto.

Matías y Darío no paraban de hacer bromas y jugar como dos nenes entre la escenografía del programa, lo que hizo que termináramos de distendernos y con Pedro recobráramos el buen humor.

Grabamos la promoción del programa, presentamos a las familias… se grabaron los juegos y llegó la parte de los invitados.

La producción había dejado para ellos el peor de los juegos… había que zambullirse en un lavarropas gigante para hacer una prueba de equilibrio en medio de agua helada, espuma y dificultades.

Los chicos me odiaban y no paraban de repetírmelo. Darío se burlaba de ellos y las familias estaban divertidas esperando ver cómo se iban a desenvolver.

Pedro no podía creer para lo que había venido y por lo bajo me juraba entre murmullos que se iba a cobrar este favor lo más caro posible.

Yo sabía que me lo estaba diciendo un poco en serio pero mucho más en broma y que le divertía estar acá.

El equipo de Pepe se consagró ganador y las grabaciones terminaron.

Pasé por el camarín de los chicos donde estaba Pedro recién terminado de cambiarse y aún con el pelo mojado junto a los chicos de La Cocina que estaban grabando el back.

Pau: _se puede? – pregunté mientras entraba a la carpa. -  te vine a arropar – dije culpable por hacerlo pasar frío, mientras agarraba una manta y se la colocaba sobre los hombros para ayudarlo a recuperar la temperatura en el cuerpo.

Le preparé un cafecito para que entrara en calor y mientras se lo daba le dije…

Pau: _me encantó que vengas – y me senté al lado suyo

PP: _cómo se paga esto? – me preguntó serio y algo pícaro

Pau: _con un cafecito – dije haciéndome la desentendida y sonriendo por lo que veía venir…

PP: _acabo de tirarme al agua helada tipo glaciar…

Pau: _qué es lo que querés? – pregunté entrando en su juego

PP:_ no sé, pensá otra cosa … - soltó Pedro tirándome la pelota a mí y aprovechándose que las cámaras estaban encendidas…

Pau: _emmmmmmm – no podía responder nada porque me sentía algo inhibida.

PP: _pensá algo que pueda ser televisivo – me dijo Pepe provocándome aún más.

Pau: _ qué te estabas imaginando vos? – le dije divertida pero entrando ya en un terreno donde no había vuelta atrás.

PP: _muchas cosas – dijo Pepe bajando la mirada y el tono de voz, y haciendo una mueca que me indicaba que mejor saliéramos de ese brete y pusiéramos un filtro.

Yo largue una carcajada porque era evidentemente que las insinuaciones y el histeriqueo se estaban comiendo la nota y eso me divertía… si no estuvieran las cámaras!!!! 

Salimos del terreno pantanoso prometiendo que visitaría La Cocina y él se hizo el gracioso diciéndome que me esperarían con una pelopincho  armada para vengarse y devolverme el favor.

Recordamos que entre Iudica y yo había una apuesta pendiente, y pedí que se encargaran de buscar el material correspondiente para demostrar quién tenía razón de los dos.

Terminamos la nota con alguna pasada de factura, porque así somos nosotros y no podemos evitarlo… y salí de allí hacia mi propio camarín.

Cuando ya estaban todos listos, salí a despedirlos. Los primeros en irse, por suerte, fueron El Balita, el Turco y Sulo. Pensé que Pepe iba a irse con ellos, pero como los chicos no iban para capital, sino para Zona Norte donde vive la mayoría… Pedro se volvía con Matías en el auto que les había puesto la producción a su disposición.

PP: _volvés para tu casa?  - preguntó con curiosidad.

Pau: _no. Me quedo un rato todavía porque éste fue el último programa y la producción organizó una mini despedida. 

PP: _lástima, sino volvíamos juntos – dijo sincero.

Y esa sola insinuación bastó para alborotar mi sistema nervioso, provocándome un nudo en la panza de ansiedad.

Tenerlo cerca, planeando el modo de avanzar me paralizaba generándome taquicardia. Si eso no era señal de amor, entonces no entendía nada. Me sentía una nena frente al chico que le gusta sin saber cómo expresarlo y al mismo tiempo sin querer dárselo a entender.

Esbocé una sonrisa y esperé que él continuara ya que a mí no me salía ni una palabra.

PP: _volvés muy tarde hoy? Pensé en que podíamos comer algo juntos… 

Ya no eran ideas mías, Pedro estaba avanzando. 

Pau: _espero que no – dije sincera – pero tengo que llegar y terminar de hacer las valijas porque mañana a la tarde salgo para México. – y lo dije lamentándome porque odiaba tener que decirle que no.

PP: _puedo ir y ayudarte… bah… si querés.

Y quería pero no podía y tampoco podía decirle el motivo por el cuál le tendría que decir nuevamente que no.

Pau: _no puedo esta noche Pepe.  – y me mataba desilusionarlo.

PP: _era sólo ayudarte de onda eh… sin segundas intenciones – me dijo como intentando hacer que me animara.

Pau: _no es por eso… - y se lo iba a tener que decir sin saber cómo decirlo para que no se coma cualquiera – es que además tengo un compromiso y no voy a estar en casa.

A Pedro se le transformó la cara. Enseguida dio un paso para atrás y se puso su campera buscando terminar la charla…

PP: _disculpá, seguramente tenés otros planes o tenés que despedirte de alguien… no me di cuenta.

Se puso a caminar hacia la salida, dejándome estática sin poder reaccionar. 

No podía dejar que se fuera creyendo cualquier cosa. Lo veía alejarse y todavía no encontraba las palabras que necesitaba decirle para darle tranquilidad.

Pau: _ Pedro pará – dije alzando mi voz. – te estás comiendo cualquiera. – y traté de sonar relajada.

PP: _no tenés que explicarme nada Paula, el boludo fui yo en decir algo que no tendría que haber dicho…

Pau: _vos te sentís un boludo por buscar estar conmigo? Estas diciendo eso?

PP : _no cambies las cosas Paula, sabés a lo que me refiero…

Pau: _No. Ahora la verdad que no sé. – y había logrado enojarme – yo me siento mal por tener que decirte que no , y  vos…

PP: _no te sientas mal por tener otros planes – me interrumpió usando su mejor tono de ironía.

Pau: _no se qué te estás imaginando, pero te aseguro que no estás acertando. – le dije un poco más calmada.

PP: _como siempre. Yo nunca la pego con vos. – y me lo dijo mirándome a los ojos cargado de dolor.

Pau: _me dejás que te explique?

PP: _no sé si quiero escuchar explicaciones, estoy casando de que tengamos que explicarnos tantas cosas… 

Pau: _en eso pensamos igual – dije resignada.

PP: _se ve que sólo en eso… por eso – dijo embalado – no me expliques nada. Hacé de cuenta que no te pregunté nada y sigamos como estábamos, que íbamos bien.

Y me clavó un puñal en el pecho sin anestesia.

Pau: _si eso es lo que querés, entonces sigamos como estábamos. – dije con un hilo de voz a punto de terminar de quebrarme.

PP: _No. Eso es lo que vos querés. No cambies las cosas.

Pau: _pero si ni siquiera quisiste escucharme – y ya estaba levantando la voz, no porque quisiera gritarle sino porque estaba haciendo tanta fuerza para no llorar que se ve que estallé por otro lado.

PP: _hablá si tanto querés hablar. Decime lo que me tenés que decir – me apuró.

Pau: _sos un boludo Pedro. No entendés nada – dije triste.

PP: _eso es lo que me tenías que decir? Ya está? Ahora puedo irme?

Pau: _Aunque no te lo merezcas te lo voy a explicar igual – dije tratando de serenarme – y no lo hago por vos esta vez, lo hago por mi… porque estoy harta de que todo sea malos entendidos entre nosotros.  – hice silencio por unos segundo para terminar de tranquilizarme y seguí hablando – te dije que no podía esta noche porque tengo un compromiso. Un compromiso laboral. Del cual se supone que no puedo hablar y donde me hicieron firmar un contrato de confidencialidad, así que te pido por favor, que lo que te estoy diciendo no salga de vos. Si te lo digo es sólo para aclarar las cosas entre nosotros. 

Pedro me miraba intrigado y algo arrepentido y se notaba que no sabía qué decirme.

Pau: _ a la madrugada voy a estar filmando un videoclip con Ricky Martin, pero nadie tiene que saberlo, así que prométeme que muere acá.

Pedro se agarro la cabeza y se rascó la barba nervioso y angustiado mientras buscaba coraje para hablar.

PP: _soy un boludo, perdóname. – dijo sincero y con la voz temblorosa.

Pau: _eso ya lo sé, te lo dije yo primero – dije obligándome a sonar chistosa para restarle dramatismo al momento.

PP: _disculpame, reaccioné sin pensar, me siento de verdad un boludo – dijo mirando el piso.

Y otra vez el enojo se me transformaba en ternura porque no me gustaba ver cuando Pedro se castigaba a sí mismo por algún error que cometía.

Pau: _ya está. Tampoco es para que te azotes – y lo dije con un tono comprensivo para darle a entender que estaba todo bien.

PP: _tengo que irme porque me están esperando y Matías me debe estar puteando.

Pau: _si, dale. Vamos que te acompaño – dije acercándome a él.

PP: _éxitos para esta noche y felicitaciones! Sé lo importante que debe ser para vos – dijo buscándome la mirada – y de verdad lamento la discusión de recién…  se suponía que no teníamos que terminar nuestro encuentro así… perdón por arruinarlo.

Pau: _dijimos que ya estaba, no? 

Pedro se frenó y me agarró del brazo para que yo también lo hiciera. Me abrazo y colocó mis brazos rodeando su cuello.

PP: _sos demasiado importante para mí. – me dijo al oído – y a veces no controlo mis impulsos – se separo buscando mi mirada – prométeme que vas a disfrutar esta noche sin nervios y que en el viaje te vas a cuidar.

Sonreí ya mucho más relajada y feliz por su demostración de cariño. Lo abracé con más fuerza y esta vez hablé yo…

Pau: _prometeme que vos también te vas a cuidar y que la invitación queda pendiente para mi regreso.

PP: _obvio! Me debés un favor muy grande Chaves… ni sueñes con que te lo voy a dejar pasar – dijo guiñándome un ojo.

Nos separamos del abrazo y comenzamos a caminar de la mano hasta donde estaba el auto esperándolo.

Me despedí de ambos y junto con Darío y Moro, nos quedamos viendo como se alejaba el auto.

Fin de la 2da. Parte

Pd: gracias mi querida @cocolichenut por tu invaluable aporte en los Tw de archivo.