BBM: “Pepe estas en ideas?”
Tuve que chequearlo por lo menos 5 veces para saber si
estaba o no leyendo bien de quien venía.
“no, estoy terminando de ensayar” respondí.
No podía largar el celular y me lo quedé mirando fijo para
ver qué respondía....
XX: _Dale Pedro larga el telefonito y concentrate que
tenemos que terminar a horario - me grito Rodrigo, mi coach sin ningún tacto.
Bajé a la tierra de un hondazo, largué el celu y como pude,
me puse a ensayar.
Al pedo porque ya no me acordaba la coreo, ni como me
llamaba… en mi cabeza sólo daba vueltas ese mini chat.
Rodri: _Pedro que mierda te pasa ahora? No puede ser que te
desconcentres tan fácil, hace 2 hs estamos ensayando los mismos ochos, ya los
tenías… se puede saber qué te afectó?
PP: _Nada perdón, estoy cansado. Mañana me sale todo,
quédense tranquilos.
Julieta: _bueno chicos, creo que hasta acá llegamos hoy, no?
O si prefieren podemos hacer un break y retomar en un ratito… por mí no hay
problema.
Rodri: _voy a averiguar si hay que dejar el salón o podemos
quedarnos, ya vengo. Pedro vos aprovecha para despabilarte un poco, pareces
tildado.
Vi que Juli se ponía a elongar y no pude evitar volver a
agarrar mi BB para ver si había respondido.
BBM: “ah, porque salgo para allá a saludar a Marie. Te veo
ahí más tarde?”
“en un rato estoy por allá. Seguramente” fue todo lo que me
animé a ponerle.
Hacía poco más de 2 meses que las cosas se habían terminado
entre nosotros. De las mil veces que discutimos o nos distanciamos ésta última
realmente había sido la definitiva y la relación se nos había ido de las manos.
Después de aquella última y fuertísima discusión donde los
dos nos encargamos de arruinar cualquier ínfima posibilidad de solucionar las
cosas, ya no habíamos vuelto a dirigirnos la palabra más que para formalidades
obligadas, carentes de toda cordialidad.
A qué se debía de golpe este acercamiento? Qué hacía Paula
yendo a Ideas, y más consultándome a mí si estaba? Quería encontrarme o me habrá preguntado
específicamente para asegurarse de no cruzarme?
Cuando se hacía la misteriosa o saltaba con este tipo de
cosas, Paula era un enigma para mí. Me resultaba imposible descifrarla.
En realidad a quién engaño? Paula siempre fue un enigma para
mí… aún estando juntos. Yo nunca logré interpretar qué cosas pasaban por su
cabeza. Cuáles eran sus fantasmas… sus miedos.
Cada vez que la notaba insegura de nosotros yo intentaba
decodificar qué lo había detonado, pero
nunca le acertaba, y terminábamos discutiendo porque según ella yo no entendía
nada ni quería entenderlo… pero la realidad es que ella no era clara con lo que
le molestaba y mis interpretaciones jamás eran las acertadas.
Si de algo me había dado cuenta en este tiempo, es que lo
que nos separó no fue esa última discusión de mierda que habíamos tenido, sino
el desgaste de chocarnos mil veces con la inseguridad y la desconfianza del
otro, más el error de no haber dicho a tiempo lo que de verdad sentíamos y nos
pasaba por la cabeza quizás por orgullo y seguramente… por miedo.
Nos habíamos conocido de un modo poco convencional y las
cosas habían comenzado siendo demasiado expuestas. Lo que en principio nos jugó
a favor para fomentar nuestro enamoramiento y enganche, después se nos volvió
en contra porque teníamos demasiada gente cerca opinando como si nos conocieran,
cuando nosotros mismos no llegábamos a conocernos por temor a abrirnos y
entregarnos de lleno al otro.
Todos alrededor nuestro nos pedían que nos cuidáramos del
otro, presumiendo que las intenciones de ambos eran jugar un juego mediático lo
mejor posible para lograr un lugar en pantalla… pero claro, ninguno de ellos
sentía lo que sentíamos nosotros cada vez que nos mirábamos o nos teníamos
cerca.
Las cosquillas en la panza eran reales… los nervios, la
piel, la química estaban. Éramos como dos imanes que se atraen… hasta que todo
voló por el aire y los dos nos dejamos influenciar y no supimos jugarnos.
Rodri: _bueno chicos, terminamos por hoy. El gimnasio tiene
una clase así que tenemos que dejar el salón. Nos encontramos mañana a la misma
hora. Pepe por favor mañana con todas las pilas. No hay más excusas, bailamos
la semana que viene y todavía falta mucho.
Me fui al vestuario, me duche, me cambié y me subí al auto.
Tardé en arrancar porque no sabía con qué me iba a encontrar al llegar.
Apenas entré me cruce a Alejo que me dijo que Marian me
esperaba en el anexo para hacer el back y algunas notas.
Se estaba grabando el programa del jueves y en los pasillos
me crucé con algunas de las parejas que bailaban ese día. Por suerte mi humor
iba volviendo. Ideas es como mi casa y ahí la juego de local.
Lo veo a Marian a lo lejos haciéndoles una nota divertida a Hernán
y Noelia y me quedé cerca. Nos pusimos a bromear entre todos cuando el Balita
viene por detrás y me dice: “está Paula”. Chau relax. Mariano me miró fijo pidiéndome explicaciones,
cosa que me resultó imposible hacer.
Marian: _qué hace acá?
PP: _no sé – dije sincero.
Marian: _dale Pepe, me vas a decir que no sabías que venía?
No respondí nada porque no tenía respuesta. Aunque supiera
que ella venía, desconocía la razón si es que la había, y Marian no es de los
que se conforma con respuestas a medias…
Dijera lo que dijera era al pedo, iba a seguir preguntando… así
que resignado, dejé que pasara lo que tuviera que pasar.
Balita le hizo señas a Marian indicándole a dónde estaba
ella, Marian le pidió al Turco que lo siguiera con la cámara, y a mi
directamente me agarro del brazo y me llevó a la rastra.
Abrimos la puerta de las escaleras al patio, lugarcito que
denominábamos el “fumadero” y ahí estaba ella sentada hablando con Silvina.
Lo primero que sentí fue su risa, y no pude evitar sonreír.
Ella estaba relajada o al menos se la veía así y saber que estaba distendida,
me tranquilizaba a mí.
Innegable es que aún estando separados ella domina mis estados
de ánimo. Si me faltaba algo para comprobarlo era esto. Verla divertida y bien
predispuesta ya me devolvía la alegría.
Hicimos una nota los tres, llena de indirectas y algunas bastante
directas sobre su visita a Ideas, su “enemistad” con Marian, sus “no celos” sobre
que yo pueda llegar a cantarle a alguien que no sea ella… y cuando la situación
se puso picante, la cámara se fue, quedando nosotros dos solos, a puertas
cerradas.
PP: _no le voy a cantar a Julieta.
Pau: _no tenés que explicarme nada Pedro, no te pregunté ni
te pedí explicaciones.
PP: _no te estoy explicando, te lo estoy comunicando: no le
voy a cantar ni a ella ni a nadie más.
Paula me miró apenas, se sentó en la escalera, buscó algo en
sus bolsillos y fijó su mirada en el piso.
Yo me acomodé en el escalón debajo quedando de costado para
seguir con la charla.
PP: _qué sorpresa verte por acá. – intentando cambiar el
clima.
Pau: _linda o fea? Yo te dije que venía, te avisé – dijo un
poco a la defensiva.
Paula es Paula y aunque el tiempo pase su inseguridad
siempre le juega en contra.
PP: _linda Pau. Siempre es lindo verte, sólo que no lo
esperaba.
Pau: _Ah.
Y un breve silencio algo incómodo para ella y admito que un
poco divertido para mí, se adueño del espacio.
Me la quedé mirando, tratando de encontrar su mirada, que
ella se encargaba de esconder.
Paula mantenía la cabeza gacha y jugaba con algo en su
pierna, creo que era un encendedor.
PP: _ querés? - Y le ofrecí un chicle.
Pau: _pensé que me ibas a convidar un cigarrillo – me dijo
mirándome ahora sí a los ojos.
PP: _no, desde que bailo, intento fumar menos. Pero me bajo
dos cajas de chicles por día.
Pau se sonrió burlonamente y se mordió su labio inferior
divertida.
Pau: _no sos tannn pata dura bailando al final. Te está
yendo bastante bien.
PP: _gracias, yo creo que es porque todavía somos muchos y
no se dieron cuenta de mi poca habilidad y memoria… pero voy zafando. Y vos?
Que tal la conducción? Estás contenta?
Pau: _si. Me divierto mucho con Darío, es un aparato y no
para de hacer payasadas. Me gusta como experiencia. Igual ya falta poco para
que terminemos de grabar.
PP: _y después? Tenés algún otro proyecto dando vueltas?
Pau: _algo hay, pero nada confirmado aún. Por lo pronto en
dos semanas viajo a México para hacer unas producciones. No hay nada como irse
al calor y alejarse de todo en una playa en el Caribe. – y me miró fijo, para
que pudiera leer lo que quería decirme.
PP: _que suerte la tuya, dichosa vos que mezclas placer con
trabajo. – dije dejando pasar su indirecta de recién.
Pau: _vos muy mal no la pasas, no tenés de qué quejarte.
Y otra vez Paula jugaba con decirme y no decirme, tirarme un
palo pero sin hacerse cargo… no iba a entrar en esa. No tenía ganas de discutir
y mucho menos con ella.
Teniéndola enfrente me daba cuenta de golpe lo mucho que la
extrañaba y no iba a permitir que termináramos otra vez en la misma, por
fantasmas y facturas que no eran nuestras.
Si no podíamos estar juntos no había necesidad de terminar
odiándonos. No iba a responder a ninguno de sus palos. Sobre todo porque si
ella se había venido hasta ideas, conociéndola como la conozco, es porque
estaba buscando acercarse a pesar de no querer hacerlo.
PP: _te vas por muchos días? - Pregunté con un dejo de
nostalgia, sin darme demasiada cuenta de lo que estaba preguntando, ni del tono
que estaba usando… qué me importaba a mí? GIL!
Paula levantó las cejas y sonrió de costado leyendo mis
pensamientos. La pregunta había estado un poco demás, es verdad. Hacía semanas
largas que no hablábamos y ahora me interesaba cuántos días iba a estar afuera?
Como si eso cambiara algo las cosas entre nosotros…
Pero a mí sí me cambiaba. Si la sabía lejos, la iba a
extrañar más.
En ese momento caí en la cuenta de que esa frase que todos
repiten “ojos que no ven, corazón que no siente” es absolutamente cierta…
porque en cuanto la vi en la escalera sentada, mi corazón anestesiado, volvió a
sentir todo.
PP: _bueno… era para saber si te arreglabas bien con Moro, o
si necesitabas algo… - dije y bajé la
mirada porque ya estaba diciendo incoherencias. En la última persona que Paula
pensaría para cuidar de Moro, era en mí… con suerte!
Mis dos últimas interacciones habían resultado una más
fallida que la otra, dejándome expuesto como un boludo otra vez frente a ella.
Pará Pedro, me dije mentalmente… la que vino hasta acá es
ella. Bajá un cambio y dejate llevar, evidentemente ella tampoco tiene las
cosas tan claras como quiere hacerte creer.
Respiré más confiado, enderecé mi espalda y adopté una
postura con más seguridad.
PP: _cómo está Moro? Ya lo podés dejar sólo o sigue haciendo
destrozos?
Paula me miró divertida y ahora sí se dispuso a responder…
Pau: _Moro está más grande. Maduró, casi es otro. Ahora es
un perro guardián.
PP: _ daalee, eso sí que no lo creo. Ese perro duerme todo
el día. Hasta que “maduró” te creí, pero que es guardián? No jodas! – dije
chistoso.
Había que salir de las arenas movedizas antes de quedar
atascados.
Pau: _nunca me crees cuando te hablo de él… tendrías que
verlo vos mismo, es otro.
PP: _si es otro y cambió tanto ya no me va a reconocer –
dije algo melancólico… en definitiva Moro era mi “hijo” y hasta le había tomado
cariño de verdad. Un poco lo extrañaba, en el fondo el chancho era un gran
compañero.
Pau: _seguro que sí te reconoce… los perros son muy fieles,
tendrías que probar.
PP: _ y las perras? También son fieles? - Dije haciendo uno
de mis chistes tontos pero absolutamente desubicado… o no tanto… pero no era el
momento!
Pau: _PEDROOOOOO!
PP: _PAULAAAA! Fue una bromita…
La miré de costado para ver si se había enojado pero la vi
escondiendo una sonrisa… era tan hermosa. Quizás también me embobaba el hecho
de no haberla visto por tantos días.
Mentira, podía verla todos los días y aún así encontrarla
cada vez más hermosa.
La tenía cerca y empezaba a no entender qué hacíamos
separados…
Estábamos sentados pegados y ninguno tenía demasiadas
intensiones de salir de esa situación. Sin embargo nos estaba costando
encontrar un tema de conversación para seguirla.
Parecía que se nos terminaban las excusas… o empezábamos a
hablar de lo que realmente sentíamos o nos íbamos a tener que despedir en
cualquier momento…
Pau: _cómo está tu papá? – preguntó sacando un tema de la
galera…
PP: _muy bien por suerte. Organizando un viaje que tiene
pendiente desde hace rato… así que esta como un nene, súper entusiasmado.
Pau: _me alegro, mandale un beso. Y los chicos? Fran, Delfi?
Como andan? Como les va en el nuevo cole?
PP: _adaptándose. A Fran le cuesta más, es súper pegote de
su mamá, en cambio Delfi está fascinada con ser la nena mimada del colegio. Está
disfrutando de la fama que le da tenernos de tíos y cada vez que la veo me pide
autógrafos para varios de sus amiguitos nuevos. Esta chocha la enana.
De golpe se me borro la sonrisa al verla seria a Pau, y caí
en la cuenta de que había metido la pata tratándola de “tía” de Delfi… pero la
enana lo dice con tanta naturalidad que se me pasó.
PP: _disculpame, no quise incomodarte – dije apenado – Delfi
todavía te sigue llamando tía y no hay quien la convenza de lo contrario. Ella
lo dice tan convencida que creo que todos ya lo aceptamos así.
Pau: _es hermosa Delfi, los dos son hermosos. Yo también los
extraño y los siento un poquito mis sobris – dijo tímida.
Y la amé. Bueno ya la amaba, pero la volví a amar o lo
confirmé.
Paula me volvía loco. Si hasta hace unas horas no tenía
ninguna esperanza de volver con ella, de golpe en una charla ya no podía
imaginarme nuevamente alejados.
Esa eterna ciclotimia que manejaba nuestra relación me tenía
harto. Y podía percibir que a ella también.
La noté con la guardia baja y un poco me aproveché.
PP: _y si vamos a buscar a Moro y te acompaño a pasearlo un
rato? De verdad me dieron ganas de verlo y….
Pau me interrumpió sin dejarme terminar y la verdad agradecí
que lo hiciera porque ya estaba por decir algo indebido.
Pau: _pero vos no tenés que quedarte? Acabas de llegar…
PP: _no, ahora que soy “ARTISTA” – dije en tono gracioso –
no necesariamente me quedo cumpliendo horarios.
Pau: _bueno, si no tenés nada mejor que hacer y tenés ganas…
PP: _no. - Dije mirándola fijo a los ojos y asegurándome que
me mirara – nada es mejor que estar con vos y con Moro. Vamos?
Me paré rápido y la ayudé a levantarse sin dejarla pensar
demasiado porque la conocía bien y podía ver en sus ojos que no estaba
demasiado convencida de que fuera lo correcto prolongar el encuentro.
PP: _estas con auto? – pregunté rápidamente para no dejarla
reaccionar.
Pau: _si, vine con auto, lo tengo a la vuelta – dijo
mirándome sin verme, como pensando en otra cosa.
PP: _vamos en tu auto? – sabía que si la dejaba sola se iba
a arrepentir y corría el riesgo de que me suspendiera el plan a medio camino –
después yo me vuelvo en un taxi – cerré.
Caminamos en silencio. Pau iba 2 pasos adelante marcando el
rumbo y saludando a las apuradas a quienes se encontraba en el camino. Yo iba
detrás suyo, en la misma situación, atajando todas las miradas de desconcierto
de los que nos veían pasar.
Esquivamos, sin ponernos de acuerdo, pero evidentemente con
la misma intención a Marian que estaba distraído de espaldas al pasillo por
donde veníamos.
Si había alguien capaz de arruinar ese momento de confusión
era mi amigo querido del alma, con sus comentarios o preguntas poco sutiles y
no quería correr el riesgo.
Pau se detuvo en seco frente a la puerta al ver la cantidad
de gente que había parada afuera, me miró y entendí que no quería que nadie
hable de más.
Pau: _no creo que sea buena idea…. – empezó a decirme y la
interrumpí sin dejarla terminar.
PP: _vení, seguime. La tomé de la mano y la llevé al
estacionamiento.
Pau: _qué estamos haciendo Pedro? Esto es cualquiera… - y sus
ojos ya mostraban distancia y tristeza.
PP: _no estamos haciendo nada malo, salimos a dar una
vuelta, pasar un rato, charlar. – dije restándole importancia.
Pau: _escondiéndonos? Escapándonos para que no nos vean
juntos?
PP: _yo no tengo problema de que me vean con vos. No tenemos
por qué dar explicaciones.
Pau: _no Pedro, no es así… sabés que no es tan fácil. No es
sólo salir de acá… es que nos vean y que se pasen semanas especulando si nos
vimos, si no nos vimos, si estamos o no estamos… no tengo ganas de volver a
pasar por eso. Perdoname pero no puedo.
Y otra vez retrocedíamos 20 casilleros. Paula estaba
insegura, triste, desanimada, vulnerable y a mí me mataba verla así.
Por un lado me enojaba que le diera tanta importancia a lo
que puedan decir de nosotros los demás pero por otro lado comprendía su
cansancio.
Nosotros no estábamos seguros de nada, y tener que estar
brindando explicaciones a los que se creían con derecho a pedirlas, era algo
realmente agotador, molesto e incómodo.
La abracé por instinto porque la vi desprotegida.
Pau: _Perdoname de verdad. No puedo – y me dijo con voz
temblorosa mientras se dejaba abrazar.
PP: _ya está Pau, te entiendo. Podemos quedarnos acá un rato
si preferís y vamos arriba a mi camarín.
Pau: _la verdad es que prefiero irme – me dijo separándose
de mi abrazo y buscando mi mirada – no te enojes por favor, pero creo que es lo
mejor.
PP: _bueno pero no te vayas mal – dije resignado - viniste con la mejor de las ondas, estabas
contenta, no quiero que te vayas triste – y sujeté su cara para obligarla a
mirarme.
Pau: _no me voy triste – y me hizo una sonrisa – me gustó
venir y encontrarte. – y me abrazó con fuerza rodeando con sus brazos mi
cuello.
Confirmadísimo: la amaba. Respirar su perfume y sentir su
cuello tan cerca de mi boca me elevó al cielo y desató mil mariposas en mi
panza.
Respondí a ese abrazo rodeándola por la cintura y
hundiéndome entre su cuello y su hombro disfrutando de esa sensación de paz que
me daba solo ella
Demoramos ese abrazo todo lo que pudimos y cuando finalmente
nos separamos, mirándome a los ojos me dijo:
Pau: _Te quiero Pepe. Mucho… de verdad!
PP: _Yo también te quiero mucho Pau y estoy feliz de verte.
Pau sonrió y me guiño un ojo. Se ve que le había gustado lo que dije.
Suspiró profundamente y un poco canchera me dijo…
Pau: _la próxima te toca a vos. Moro te va a estar
esperando.
PP: _ que suerte que lo tengo a Moro, por lo menos tengo esa
excusa – dije chistoso.
Pau: _no necesitas excusas.
PP: _vos tampoco… o pensás que me comí eso de que venías a
saludar a tu coach?- respondí canchero.
Pau abrió la boca entre indignada y divertida… se mordió el
labio y me dio un golpe en mi hombro desaprobando mi comentario.
Pau: _sos un tarado – dijo mientras sonreía
PP: _ somos dos tarados – dije abrazándola de costado.
La acompañe hasta la puerta y nos despedimos con otro abrazo
y un beso en la mejilla.
PP: _hablamos en estos días? – pregunté para tantear cómo
seguir después de esto…
Pau: _ cuando quieras – me dijo convencida.
Y la vi irse caminando feliz, pisando firme, segura.
Y yo estaba seguro, que no pasarían demasiados días antes de
volverla a ver.
Fin de 1era
Parte (de 4 o 5, esta vez se viene largo el Episodio)
Muy pero muy lindo!! la verdad que me encantó y es muy lindo que revivas ese reencuentro en ideas que fue tan esperado! Espero ansiosa el resto de las partes, besos!
ResponderEliminar@MLuciaAparicio
Gracias!!!! siempre tuve pendiente escribir sobre eso y ahora se me dio por hacerlo ;) se vienen las proximas... y se las traen! estos chicos no son fcailes! jajaja
Eliminarme encantooo escribis re lindoo
ResponderEliminarMuchas pero muchas gracias por leer y por comentar!
Eliminaren eso estoy!!!! lleva su tiempo! ;)
ResponderEliminarme facino!! lloro cada ves q lo leo! subi mass!
ResponderEliminarjajaja no llores!!!!! que ya sabes que tiene final feliz :)))))
Eliminar