
Un año nuevo más que nos agarraba trabajando
incansablemente.
Pero yo no quería que fuera un año nuevo más...
Esta vez me había propuesto ser anfitriona con todo lo que
eso implica. Esperábamos a más de 25
invitados entre familiares y amigos. Todos muy cercanos, muy queridos y muy
relajados… menos yo.
Quería que la celebración salga perfecta, soñada,
inolvidable.
Para eso hacia 1 semana que ultimaba preparativos.
Desde que llegamos a Carlos Paz a trabajar, ocupé gran parte
de mi tiempo libre relevando los mejores lugares para catering y supervisando
en persona todas las recomendaciones de servicios que me habían sugerido mis
amigas colegas con más experiencia en la Villa.
Encargue el catering con 6 días de antelación. También flores
para hacer yo misma los arreglos para que me las trajeran esa mañana y contraté
a 2 genias que organizaban eventos para
que vengan a darme una mano y dejar la casa perfecta, tal como yo quería que
quede. Exagerada yo? No… precavida.
Porque si bien en la casa hay mas habitantes que pueden dar
una mano… la única mujer soy yo, y convengamos que no hay mejor touch que el
femenino a la hora de decorar y preparar una celebración.
Amanecimos temprano. Habíamos
quedado en bajar a la Villa para hacer un móvil…
Despertar a Pedro fue una odisea… tener a sus amigos en casa
implicaba que cada noche al regresar del teatro arrancaran con las rondas de
fernet, charlas, anécdotas y a veces algún partidito de play. Anoche no había
sido la excepción.
No me molestaba, al contrario… verlo feliz a él, me pone
feliz a mí, y a decir verdad los amigos de Pepe son tan agradables, ubicados y
buena onda que inmediatamente los conocí, los termine adoptando.
Cuando logré levantarlo, nos prepaparamos y salimos para el
centro.
La casa que habíamos alquilado, estaba en las afueras,
dentro de un barrio cerrado a algunos pocos kilómetros de la Villa. Un lugar de
ensueño, con un jardín increíble que deja ver las sierras de fondo y te invade
de verde y de paz.
Justo lo que necesitábamos para bajar de un año tan movidito
como el que habíamos tenido luego del Bailando y nuestras lesiones.
Llegamos al centro, y nos esperaba una multitud de gente. Todavía
nos sorprendíamos de la respuesta tan inmediata del público que nos acompañaba
diariamente en cada evento, cada nota, cada presentación o a la entrada y
salida del teatro. Yo seguía incrédula al ver caras nuevas y más sorprendida al
encontrar las caras de siempre… las que no se cansaban de nosotros, las
incondicionales.
Tanta demostración de amor y de entrega, no hace más que
estremecerme y obligarme a dar todo lo mejor en cada una de las cosas que
emprendemos.
Pepe por suerte en ese sentido es mucho más relajado y me
baja a tierra constantemente a mí.
Yo tenía los tiempos cronometrados para cada una de las
cosas que debía hacer ese día. Y a juzgar por lo que nos estábamos demorando en
hacer el móvil… ya tendría que modificar algunas tareas.
Terminamos la nota 40 minutos más tarde de lo previsto y eso
ya había afectado mis nervios.
Seguramente ya estarían Luz y Martina esperando para empezar
a decorar la casa y los chicos dormidos,
ni siquiera las habrían atendido para dejarlas pasar.
Odio hacer esperar a la gente, me parece una falta de
respeto. Detesto cuando me lo hacen a mí y ser yo la que deje esperando, me
hace sentir mal.
Nos subimos a la camioneta y no voy a negarlo, yo ya estaba
de mal humor.
Pau: _Apura Pepe que llegamos tarde!
PP: _a donde llegamos tarde gorda? No estamos volviendo a
casa? -Y me miró con cara de confundido.
Pau: _Pedro vos te acordás que esta noche el festejo es en
casa, no? – lo dije con tono de pocos amigos, sin poder creer su tranquilidad.
Pedro me miro y levanto una ceja esperando que siga hablando
y que le explique un poco más porque el apuro, evidentemente eso para él no era
suficiente.
Pau: _ Hay que preparar la casa Pedro, no me mires así… hay
que hacer de todo de acá a la noche y estamos re tarde. Seguramente llegaron
las chicas que vienen a decorar y no creo que tus amigos se hayan despertado
para abrirles. Deben estar en la puerta paradas esperando… un papelón. Apura
por favor.
PP: _Amor, son las 12 y cuarto del mediodía, relaja un poco.
Ya contrataste todo para poder estar tranquila. Vamos a disfrutarlo, si? Llama
si querés a las chicas y explicales que estamos llegando… y si están afuera, lo
despierto a Fede para que les abra. Pero no enloquezcas - me lo dijo todo con
una paz que logro potenciar mi mal humor.
Pau: _Vos siempre lo haces todo fácil. Contrate el catering,
pero la casa está dada vuelta, hay que limpiar, ordenar y decorarla. Si
pensabas que era abrir la puerta y que otros hagan, estas equivocado… Además en
cualquier momento llegan las sillas y las mesas que alquilamos, porque con las
que había en la casa no alcanzaba.
PP: _en qué momento hiciste todo eso? - Preguntó sorprendido.
Pau: _ Apenas me confirmaste que tus amigos llegaban para
pasarlo en casa. En la mesa con suerte entramos 12 y ya somos casi 30. A dónde
nos íbamos a sentar? - Dije entre obvia
e indignada.
PP: _La verdad no lo había pensado… en los sillones supongo…
están las sillas de afuera, no sé de alguna manera seguro nos arreglábamos…
igual me encanta que pensaras en todo. Sos muy completa mi amor! – dijo
mientras sonreía y me acariciaba la cara.
Levante los ojos con ironía sabiendo que ahora iba a
escuchar esa frase que me saca de quicio, y más viniendo de su boca… no se
contuvo y la dijo nomás….
PP: _ya te podes casar - y sonrió con ojos de amor.
Lo fulminé con la mirada y automáticamente borró la sonrisa
chistosa. Se dio cuenta que mi sistema nervioso ya estaba alterado y dedujo que
era mejor seguir en silencio y tratar de apurar.
Intentó ponerle onda cantando lo que sonaba en la radio,
pero yo ya había desconectado y no le prestaba más atención. Mentalmente iba
repasando todo lo que había que hacer y de qué forma lograr simplificar algunas
cosas, porque había que volver a ganar esa hora de retraso que llevábamos.
Llegamos a casa y estaban las chicas. Me disculpe con ellas
y enseguida nos pusimos a trabajar.
A Pedro le di una sola misión… que se ocupara de los perros
y que él y sus amigos se mantuvieran entretenidos, interfiriendo lo menos posible
mientras que nosotras hacíamos todo el resto.
Pasadas las 13 hs. llego el camión con todo lo de alquiler:
mesas, sillas, vajilla y cristalería.
Los chicos ayudaron a llevar todo al jardín y a armar los
tablones bajo la galería que habíamos decorado con telas.
Mientras tanto yo recibía el catering y guardaba como podía
todo lo que era de heladera. El calor no permitía dejar nada afuera y nos tenía
a todos pegoteados y agotados.
Por suerte la casa estaba bien equipada y contábamos con una
heladera extra donde puse a enfriar todas las bebidas.
Llegaron las flores para armar los centros de mesas y las sencillas
decoraciones que habíamos planeado y nos pusimos con las chicas a hacerlo
enseguida para dejarlo listo.
Ya eran casi las 3 de la tarde cuando se apareció Pedro
preguntándome que había para comer y caí en la cuenta de que jamás había
pensado en el almuerzo. Ni siquiera lo había contabilizado en mi grilla de
actividades como algo que debía suceder ese día.
Me quise matar… tenia a 5 hombres hambrientos además de Luz,
Martina y Nelly (la Sra. que ayuda a mantener el orden y la limpieza en casa)
que iban a creer que era una explotadora que ni siquiera las dejaba parar a
almorzar… es que cuando me compenetro con algo, se me olvida la rutina… que
tarada! Y ahora que iba a hacer? Pedro vio mi cara de incertidumbre, sonrió y
dijo…
PP: _al final no eras taaaannn completa… no sé si estas para
casarte - se rió, me dio un pico y me
dijo al oído: _me ocupo yo.
Internamente lo agradecí pero al mismo tiempo no pude evitar
odiarlo por haber puesto en evidencia mi falta. Obviamente no era su culpa,
pero yo pretendía un día perfecto y ya había empezado con el pie izquierdo.
Nadie iba a reprocharme nada… pero conmigo alcanzaba y sobraba para criticarme
por el olvido.
Un viento terrible se levantó de la nada y el cielo se puso
negro augurando una tormenta. Lógico… tanto calor en algún momento iba a
desencadenar en esto. Pero ahora que hacíamos? Toda la reunión la habíamos
planificado al aire libre… en la galería que no era cerrada y si llovía o hacía
frío no iba a ser agradable estar a la noche ahí.
Si algo faltaba para colapsar mis nervios y entrar en crisis
era esto… que el clima arruinara todos mis planes. Me tiré frustrada sobre el sillón mirando la
oscuridad del cielo y a punto de llorar mientras todos almorzaban entretenidos
la picada que habían improvisado Pedro y sus amigos.
Luz y Martina se acercaron como si leyeran mi mente y me
dijeron que ya tenían el Plan B ideado… ellas lo habían pensado de entrada, por
las dudas… agradecí una vez más haber seguido mi instinto al contratar a dos
profesionales ya que sin ellas, creo que hubiera terminado llorando encerrada
en el baño.
Comenzamos a despejar un poco el living, corrimos algunos
muebles... ampliamos el comedor y los tablones los entramos. Armamos en un
rincón lo que iba a ser la mesa donde pondríamos toda la comida para que cada
uno se sirva y la barra desayunador la dejaríamos libre para colocar ahí las
bebidas.
Colocamos los manteles, las sillas, los arreglos florales,
las velas… situamos los platos, los cubiertos y las copas…
A las 7 de la tarde, mientras la tormenta y el viento no
aflojaban, adentro ya estaba todo listo y solo faltaba acomodar el catering en
fuentes para presentarlo lindo en la mesa.
Nos pusimos a acomodar lo que no necesitaba tanta heladera…
preparamos la entrada, y dejamos todas las fuentes presentadas para simplemente
sacarlas y servir.
Deje listo en el horno lo que era para calentar a último
momento… pedí a Pedro que sacara todo lo que era basura al contenedor para
dejar más despejado y pasamos por última vez la escoba y el trapo de piso para
que todo quedara limpio y en orden. Con todo listo, ya nadie más entraba ni
salía… mucho menos los perros.
Eran casi las 8 de la noche cuando despedí con un abrazo de
agradecimiento a las chicas y a Nelly. En menos de dos horas comenzarían a
llegar el resto de los invitados y todavía teníamos que ducharnos y
prepararnos.
No sé cómo fue que recordé que el helado que habíamos
encargado no había llegado. Tomé el teléfono, llamé para reclamarlo y me
explicaron que por la tormenta era imposible enviarlo hasta casa y que si
queríamos podíamos retirarlo en la sucursal… tendrían sólo media hora más
abierto al público y luego cerraban.
Pau: _Pedro hay que ir a buscar el helado porque por la
tormenta no lo pueden traer. Me llevas? Yo no puedo manejar.
PP: _amor, son casi las 20.30 hs si vamos y volvemos vamos a
tardar casi 1 hora y falta que nos bañemos. Olvidate del helado.
Pau: _estás loco? Lo necesitamos para los postres… Lo que
encargué se sirve si o si con helado, no podemos dejarlo.
PP: _ Pau, hay varios postres por lo que pude ver, nadie va
a notar que falta el helado. Quedate tranquila, es muy tarde para ir a
buscarlo… además hace frío, seguramente nadie lo iba a elegir.
Pau: _no entendés… el helado es para acompañar la ensalada
de frutas y el crumble de manzana… y para el Lemmon Champ del brindis… además
para Fran y Delfi que mueren por el helado y yo se los prometí en navidad.
PP: _entiendo todo pero no vamos a ir a buscarlo porque
estamos lejos. Si querés le pido a mi viejo que pase a buscarlo cuando viene
para acá.
Pau: _cómo le vas a pedir a tu padre que vaya? Con lo que
llueve no lo vas a hacer salir a él. Además sólo están un ratito más abiertos y
ya cerraban… tenemos que salir YA.
PP: _ entonces con más razón no vamos a ir para llegar y que
esté cerrado. No se habla más del tema. Olvidate del helado. Yo me hago
responsable si alguno nota la falta – caminó hacia mí, me agarró de la cintura
y me besó en la frente – ya está mi amor… ahora vamos a prepararnos. La casa
quedó hermosa, dejá de preocuparte por más detalles y vamos a disfrutar la
noche, si?
Tomó mi mano y comenzó a caminar hacia nuestra habitación
llevándome con él. Quedé perpleja y sin poder de reacción… ya estaba
agotada de todas las corridas del día y
sin ganas de sumar contratiempos. Por esta vez decidí que él tenía razón… olvidarnos del helado iba a ser lo mejor.
De pasada por los cuartos de los chicos, comprobamos que se
estaban duchando y preparando la música para la noche… se los escuchaba
divertidos y relajados y eso me sacó una sonrisa.
De golpe pusieron la música más fuerte y la canción de Ghost
comenzó a sonar… Escuchamos a Pey que
nos gritaba que el tema iba dedicado a nosotros y Pedro le guiño un ojo desde
el marco de la puerta, me tomó por la cintura, colocó mis brazos rodeando su
cuello, acercó su cuerpo mucho más al mío y sin consultarme comenzamos a bailar
lento en el pasillo…
Esas cosas suyas son las que logran deshacerme… en 1 segundo
ya había borrado todo el stress del día y me tenía embobada escuchándolo cantar
en mi oído.
Entre besos, secretos… y abrazados seguimos hasta nuestra
habitación para empezar a prepararnos.
Pedro fue hacia el baño, abrió la ducha y volvió por mí que
me encontraba preparando la ropa sobre la cama…
PP: _ vení mi amor… te mereces unos masajitos por todo lo
que hiciste para esta noche. Quiero que te relajes y empieces a disfrutar
nuestra noche mágica - dijo abrazándome por detrás.
Pau: _ Dale Pepe que no hay tiempo gordo. Voy a estar más
relajada si apuramos y terminamos de prepararnos ántes de que lleguen todos.
PP: _confiá en mí. Hay tiempo para que te mime y para que
nos preparemos. Vamos a bañarnos juntitos… - y comenzó a llevarme entre besos
al baño.
Sus besos en el cuello me pueden siempre y él lo sabe y se
abusa. Me dejé besar porque realmente necesitaba volver a mi centro y nadie
como Pepe para devolverme la armonía y transmitirme seguridad.
Comenzamos a desvestirnos y entre mimos y más besos nos duchamos.
Faltaba media hora para el horario en que habíamos citado a
los invitados y estábamos ambos en
toalla por comenzar a vestirnos…
Pedro se recostó en la cama y me miraba divertido… no
hablaba… sólo me seguía cada movimiento.
Yo me vestía y cada tanto lo miraba para ver qué hacía y él
me sonría como en su propio mundo…
Por un momento pensé que le había pintado la nostalgia, como
cada tanto le ocurre, así que quise respetar su silencio y sólo me acerqué a
darle un beso. Cuando me tuvo al lado suyo, me agarro de las manos y me hizo
sentar junto a él.
Me miraba a los ojos de un modo muy profundo y en su boca
asomaba una sonrisa. De golpe no pude descifrar qué pasaba por su cabeza… estaba
entre divertido y misterioso…
Pau: _veo que no tenés intenciones de vestirte - dije
mientras acariciaba su cara y jugaba con su pelo, cuando se ponía así me mataba
de ternura.
PP: _de lo que no tengo intenciones es de que esta noche
pase rápido - dijo clavándome la mirada- quisiera poder transmitirte todo el
amor que provocas en mí y estoy buscando las palabras pero no las encuentro…
Enmudecí. Lo que menos me esperaba en este momento era una
declaración de amor… era tanta la
emoción de sus ojos al hablarme que enseguida hicieron brotar la emoción de los
míos.
Pedro se dio cuenta automáticamente y continuo hablando con
una sonrisa que iluminaba su cara…
PP: _Sos todo para mí Paula. Sos amor, sos alegría, sos
motivación, sos inspiración, sos mi refugio, mi sostén, mi equilibrio, mi
opuesto complementario… sos mi hogar, quiero vivir en vos y con vos todos los
días de mi vida. Quiero ser para vos todo eso y más. Quiero cumplir cada uno de
tus sueños y de tus fantasías - dijo guiñando un ojo pícaro y los dos
carcajeamos entre lágrimas – quiero que te sientas la mujer más amada y quiero
hacerte feliz.
Mi corazón iba a salir galopando de mi pecho en cualquier
momento. Pedro me miraba dulcemente y secaba mis lágrimas mientras yo secaba
las suyas y desataba el nudo en mi garganta para poder responderle.
Pau: _soy inmensamente feliz Pedro. Cada día al levantarme,
con solo verte durmiendo me llenas de amor. Cada vez que me bajas a tierra y me
cuidas con cada gesto, me siento más y más segura de que sos el hombre de mi
vida. Cada locura tuya me despierta cosas que jamás creí sentir. Con vos siento
que la eternidad existe. Vos me haces sentir plena. Me elevas, me transformas,
me convertís en mejor persona. Por vos soy capaz de todo. Por tu amor vivo,
sueño y proyecto. Vos sos mi lugar en el mundo, si estás vos conmigo, tengo
todo.
Pedro emocionado limpio sus ojos de lágrimas y con voz
temblorosa mientras agarraba mis manos, empezó nuevamente a hablar.
PP: _amor no tenía planeado que fuera aquí y ahora pero no
aguanto más. Lo que te quiero decir se me sale del pecho y si no lo digo ahora
no voy a dejarte salir de esta habitación… - hizo una pausa tomando coraje y
siguió - Amor… Gorda… Pau… te querés casar conmigo? Quiero que empecemos el año
nuevo sabiendo que será nuestro año. El año en que vamos a sellar nuestro amor
como tanto deseamos. Quiero que terminemos la noche gritándoselo al mundo.
Quiero que nuestro compromiso empiece YA. Porque no imagino una mejor manera de
esperar un año nuevo… porque nada quiero más que eso… Casarnos y que formemos
la familia que soñamos. Que decís? Aceptás? Lo hacemos?
Decir que temblaba de la emoción es poco. Tanto había
fantaseado con esa propuesta de matrimonio que ahora que finalmente había
llegado, me había tomado por sorpresa y estaba paralizada.
Pero mi parálisis no era porque dudara, sino por querer detener
el mundo.
Sentía que más felicidad no cabía en mi cuerpo. No
encontraba palabras para responder y transmitir todo lo que había desatado con su
pedido.
Las lágrimas no paraban de caer y tuve el impulso de comerlo
a besos. Nuestras bocas se unieron de una forma única, mágica, nueva. Había
amor, pasión, ternura, agradecimiento… y todo estaba mezclado en ese beso. Mientras lo besaba suspire mil “te amo” que
se me escapaban del pecho.
Ambos llorábamos, reíamos, nos besábamos y nos decíamos “te
amo” repetidas veces buscando prolongar ese momento y negándonos a salir de nuestra
burbuja.
En un momento quedé recostada sobre su pecho desnudo con mi
oído cerca de su corazón y pude sentir esos latidos que me llenaban de paz y
seguridad. Pedro me tenía abrazada y me hacía caricias en el pelo y suspiraba
intentando normalizar su respiración.
PP: _amo tu reacción pero todavía no me diste una respuesta
– dijo alzando con su mano mi cabeza para buscar mi mirada.
Pau: _no hay nada que quiera más en el mundo que casarme con
vos y formar la familia que soñamos. Por supuesto que acepto mi amor. Soy feliz
gracias a vos, y en pocas horas vamos a empezar a vivir el año más lindo de
nuestras vidas. Te amo tanto!
PP: _yo te amo mucho más. Lo nuestro es por siempre y para
siempre… lo siento en mi corazón, lo veo en tus ojos… - me beso dulcemente y se
levantó de la cama – Esperame un segundo – dijo haciéndome un seña – quedate
ahí, no te muevas.
Fue hasta el vestidor, escuche que abría un cajón y al
ratito volvió con algo en su mano.
Yo sonreía, sentada al borde de la cama, sin poder creer
todavía que todo eso estaba sucediendo.
Pedro se arrodillo frente a mí y con solo mirarme me volvió
a provocar taquicardia…
PP: _ Paula Chaves aceptá este anillo como símbolo del
inmenso amor que provocas en mí y del compromiso que elijo asumir junto a vos
proyectando una vida de a dos por siempre y para siempre. Casarme con vos es el
sueño de mi vida. Comenzar un año nuevo con esa promesa a concretar es el mejor
regalo que puedo hacernos. Te amo mi vida.
Secó con caricias las lágrimas que rodaban por mis mejillas,
beso mis ojos y terminó con un beso muy dulce sobre mis labios.
Pau: _ nunca soñé con una propuesta más hermosa que esta.
Jamás hubiera creído que sería tan feliz como lo soy ahora. Nunca pensé que
podía sentirme estallada de amor como me siento. Vos revolucionas mi universo
Pedro Alfonso. Soy tuya en cuerpo y alma. Por siempre y para siempre.
Nos besamos una vez más y permanecimos abrazados un instante
hasta que comenzamos a sentir música bien fuerte que venía del living.
Se notaba que los chicos estaban entrando en clima festivo y
a nosotros nos faltaba terminar de prepararnos.
PP: _ me quedaría la noche entera haciéndote el amor acá
encerrados pero tengo tantas ganas de
compartir esta felicidad con todos que te propongo postergar nuestra
celebración íntima tan solo unas horas – dijo guiñándome el ojo y con una
sonrisa que iluminó todo.
Pau: _ se ve que estamos muy conectados porque siento
exactamente lo mismo. Prometo que
nuestra noche de amor será única… pero ahora vayamos a disfrutarlo y
compartirlo con nuestra gente.
Pedro se vistió rápidamente mientras yo me maquillaba. Sólo
me faltaba calzarme y abrigarme porque no había tenido en cuenta lo fresco que estaba
fuera de nuestra habitación.
Estuvimos listos prácticamente al mismo tiempo y luego de
perfumarnos, nos besamos entre risas y salimos de la mano hacia el living para
encontrarnos con los chicos y esperar a los invitados.
Pedro preparo unos tragos mientras yo encendía las velas.
Fede y los chicos colaboraron sacando las fuentes de la
heladera y disponiendo todo en la mesa para servirse.
Sonaban los piojos de fondo y Pedro irradiaba felicidad, lo
que me hacía más feliz a mí. Los chicos nos miraban cómplices y llenos de curiosidad.
Fede: _en qué andan ustedes dos que tienen esa sonrisa
pintada? – dijo de la nada y sin dar muchas vueltas.
PP: _ persiguiendo la felicidad infinita hermano – dijo Pepe
guiñándome un ojo y acercándose a mí para ofrecerme una copa.
Besó mi mejilla y me dijo al oído – no podés estar más
hermosa, irradias luz, sos mi faro - Y nuevamente logró estremecerme.
El sonido del teléfono nos sacó de nuestra nube. Los
invitados habían comenzado a llegar y desde la guardia nos anunciaban sus
nombres para autorizar a que entren.
Llegaron todos prácticamente juntos y apenas pasadas las
22.30 comenzaba el ritual de una típica celebración de año nuevo.
Todos me felicitaban por la organización y por la
decoración. Al parecer la comida estaba deliciosa y llovían halagos. Todo
estaba resultando más perfecto de lo que esperaba.
Yo iba paseando entre los diferentes grupitos para compartir
un rato con cada uno como toda buena anfitriona… Estaba la familia entera de
Pedro, el grupo de amigos de Pepe del barrio y nuestros amigos y compañeros de
teatro con los que compartíamos temporada.
Al recordar el anuncio que seguramente haríamos luego de las
12 lamenté no tener a ninguno de mi familia hoy acá conmigo pero levanté la
vista y Pepe me observaba desde la otra punta del living con una mirada tan
cargada de amor que la pena se me quitó en un suspiro.
Se me acercó sin que yo me diera cuenta y de golpe sentí que
me tomaba por la cintura y me arrimaba para hablarme al oído.
PP: _ querés que esperemos a reunirlos a todos para
contarlo?
Era increíble que Pedro me conociera tanto… sin que yo
hubiera dicho nada él ya sabía lo que me pasaba. Pero no… no necesitaba esperar
más. Yo también estaba feliz de comenzar el año gritándoselo al mundo y a mi
familia se lo contaría por teléfono si hacía falta, no quería postergar esa
noticia ni esa felicidad compartida. Hoy era nuestra noche y así se lo hice saber.
La noche transcurría entre buenas charlas y algunos chistes…
ya habíamos cenado y a la hora de presentar los postres Pedro pidió la palabra
para decir en voz alta que a nadie se le ocurriera mencionar que faltaba el
helado porque había sido tema de conflicto…
Contó la anécdota de forma graciosa, exagerando algunos
detalles y sobredimensionando la importancia del helado en esa noche, lo que
hizo que todos se divirtieran con la historia y buscaran consolarme por la
frustración de no poder presentar mi crumble de manzana completo o de ofrecer
Lemmon champ a la hora del brindis.
Le verdad es que con todo lo que vino después, el helado
había pasado al olvido en mi registro y escucharlo contarlo me hizo gracia…
Pepe siempre encontraba la forma para transformar lo conflictivo en algo
humorístico, dándole la vuelta para revertir mi humor.
Pero esta noche nada ni nadie podría sacarme del limbo a
donde me había llevado Pedro con su propuesta… podía largarse el diluvio dentro
del living, caerse el techo y terminar todos embarrados que aún así, estaba
segura de que conservaría esta felicidad.
Ya estaban por ser las doce y todos se apuraban colaborando
en despejar las mesas y dejar preparado todo para el brindis.
Los amigos de Pepe, al jugarla de locales, se sentían también
anfitriones y ayudaban a ordenar y servir velozmente.
Me encantaba verlos desenvolverse y observarlos un poco
desde afuera. Se notaba que entre ellos y la familia de Pepe había una relación
y confianza de años que generaba un clima de pertenencia y unión maravilloso.
Era feliz de tenerlos a todos esta noche acá. Sobre todo al observar la sonrisa
hermosa de mi novio que no se le había borrado ni una sola vez durante toda la
noche y eso me hacía sentir plena. Más plena que nunca.
Fede bajó la música y encendió la TV para ver la cuenta
regresiva y así brindar en el momento exacto que dieran las doce.
Yo tomé en mi mano 12 pasas de uva (tradición que heredé de
mi familia) para ayudarme a pedir 12 deseos para el próximo año. Pedro se
acercó a mí y me imitó.
PP: _nada me hace más feliz que saber que algunos de esos
deseos van a ser compartidos – me dijo y me robo un beso.
Pau: _y dicen que los deseos compartidos tienen más
probabilidad de cumplirse- le dije guiñándole un ojo y sonriendo enamorada.
La cuenta regresiva comenzó, todos en casa gritábamos los
números… y a las 0 horas exactamente
Pedro me miró a los ojos y alzando su copa me dijo:
PP: _por siempre y para siempre hermosa.
Pau: _por siempre y para siempre mi amor.
Luego de eso brindamos y nos fundimos en un beso que no sé
cuánto duró, pero que al separarnos nos dimos cuenta que teníamos todas las
miradas puestas encima y copas que esperaban para ser chocadas y abrazos por
ser dados.
Brindamos entre todos, nos abrazamos unos a otros celebrando
lo magia de un año nuevo lleno de alegría y amor como el que estábamos
recibiendo y alguna que otra lagrima derrame de felicidad por tener a tanta
gente querida esa noche cerca.
Me alejé apenas para besar a mis chanchos perrunos y
desearles a ellos también feliz año nuevo, y para concentrarme en mis 12
deseos los cuales pedí concienzudamente.
Agarré el celular y llamé a los míos, a los que no tenía
cerca pero igual sentía presentes.
Después de unos minutos lo vi a Pedro acercarse con dos
copas en la mano y una sonrisa cómplice y me apuré a cortar con la Pepi para
poder dedicarme a él y a nuestro momento.
PP: _estás lista para comunicárselo al mundo mi amor?
Pau: _lista para todo lo que te incluya a vos hermoso.
Me beso y al oído me dijo: _preparate para los gritos de las
locas de mis hermanas y el llanto de mi papá! – y me arrancó una carcajada
porque sabía que era verdad.
PP: _Atención gente linda!!! – dijo alzando la voz. Cuando
se aseguró que todos escuchaban atentos siguió-
Primero que nada estamos felices de tenerlos hoy acá, recibiendo un
nuevo año juntos. Para mi es mágico sentir que tengo tanto que celebrar y
agradecer, que creo que no me alcanzaría la noche para explicar todo lo que
siento. Todos los que están acá son
importantísimos en mi vida y ocupan un lugar muy especial. Gracias de corazón
por hacerse este tiempo y venir a acompañarnos. – me miró y dijo- Gracias a vos
mi amor, por encargarte de que este festejo no fuera uno más. Por dedicarle
tanto esfuerzo a que todo salga perfecto y planificar cada detalle con tanto
amor. – Sonrió y siguió – Hoy a la tarde
la veía a Pau arreglar la casa yendo de acá para allá, pendiente de cada cosita
y no pude evitar recordar a mamá y sus preparativos en fiestas como esta… A
veces me sorprendo mi amor por como la traes al presente sin ni siquiera
proponértelo ni haberla conocido… en vos muchas veces la siento viva – y sonrió
emocionado mientras me estrujaba suavemente pasando un brazo por sobre mis
hombros y rearmándose para continuar – no se me emocionen que todavía no dije
lo que queríamos contarles. – y todos sonrieron porque sabían que algo faltaba…
se notaba en el aire, sobrevolaba el ambiente. – Que Paula es la mujer de mi
vida y la que me completa y hace feliz, ustedes que me conocen bien, no
necesitan que ni siquiera lo diga… Que yo soy el hombre y el amor de su vida,
creo que también lo saben, porque la señorita se encargó de decirlo en todas
las notas que hizo durante este año que se acaba de ir – y mirándome risueño
dijo – Gracias mi amor por darme esa seguridad públicamente! – y todos morimos
de risa por su cara y lo gracioso del comentario – Mil veces planee la forma y
el momento para concretar ese pedido formal que nuestra relación se merecía,
pero siempre algo no me convencía… juro
que ninguna de esas formas, se parecía ni siquiera de lejos a la que finalmente
sucedió. Esta tarde viendo a mi mujer dedicada a agasajarnos y compenetrada en
su misión de preparar una celebración perfecta para vernos a todos felices… sentí
que ya no podía esperar más y desbordé de amor. No había momento más perfecto
que el presente para recibir un año nuevo con la promesa de estar juntos para
siempre. – giró y me miró enamorado con una sonrisa iluminada. Yo me mordí el
labio de los nervios y de emoción porque todo lo que venía escuchando era
demasiado para un día, para una noche. Sentía que las piernas se me aflojaban
de la emoción que estaba conteniendo. –
Este amor y esta felicidad que inspiras vos en mí Pau, no me entra ya en el
pecho y necesito gritárselo al mundo. – y mirando a todos los presentes de
forma graciosa dijo – Así que no me quedó alternativa y tuve que pedirle que
aceptara casarse conmigo, a lo que gracias a Dios… no se negó – me estrujó
nuevamente por lo hombros sosteniéndome ya
que se daba cuenta de mi emoción – Empezar este 2013 con el proyecto de
comenzar a construir nuestra familia es
el mejor regalo que me da la vida. Te amo Paula, gracias por hacerme tan
inmensamente feliz. – y selló su discurso dándome un beso tan cargado de amor y
gratitud que me devolvió las fuerzas y me llenó el alma.
Los gritos, los abrazos, las palmadas en la espalda, los
brindis y los estrujones no tardaron en llegar… Todos estaban felices por
nosotros y nosotros estábamos plenos.
Fran y Delfi gritaban y saltaban tanto que despertaron a
Moro y Renata que se pusieron a saltar y ladrar con ellos sin entender
demasiado qué pasaba.
Las carcajadas de felicidad y las bromas por la noticia
duraron un rato largo… Las hermanas de Pedro estaban realmente revolucionadas y
no paraban de celebrar que por fin alguien se casaba en la familia. Se las
notaba emocionadas por la felicidad de su hermano menor y orgullosas de verlo
sentar cabeza. Hasta Fede se acercó emocionado a abrazarme y alzó a su hermano
con la intención de tirarlo a la pileta a modo de festejo a lo que todos
rogamos a los gritos que por favor no hiciera, ya que el frío que hacía esa
noche era mucho y lo más probable es que Pedro terminara enfermo… cosa que
debíamos evitar para poder continuar con la temporada de teatro con
regularidad.
Tantas fueron las suplicas, que finalmente logramos que Fede
se apiadara y lo devuelva sano y salvo al interior de la casa.
Al ratito se acercó Horacio a abrazarme todavía emocionado y
agradecerme por entrar en sus vidas y hacer feliz a Pedro. Le explique que no
había nada que agradecerme ya que todo lo hacíamos porque lo sentíamos… Pedro
me hacía inmensamente feliz a mi… estábamos a mano.
La música volvió a sonar fuerte y Pedro vino corriendo a
buscarme para bailar… Todos bailaban, y festejaban. Realmente entre todos
teníamos muchos buenos motivos para estar tan felices.
Los brindis, los abrazos, y los besos con el amor de mi vida
no se detuvieron en toda la noche.
Las hermanas de Pepe junto a los sobrinitos y a Horacio fueron
los primeros en marcharse cerca de las 4 de la mañana.
Nuestros amigos del elenco y algunos otros que se sumaron
luego de sus respectivas celebraciones aguantaron hasta casi las 5 y también se
retiraron.
Pepe seguía con copita en mano bailoteando y cantando mientras
ordenábamos un poco la casa entre todos los habitantes.
Por suerte había dejado de llover y el viento ya no soplaba
tan fuerte. Por el color del cielo parecía que tendríamos un lindo amanecer y
un hermoso primer día del año.
Mientras que me aseguraba de cerrar bien las bolsas con
basura y poner en la heladera todo lo que había sobrado que necesitaba
refrigeración, los chicos se encargaban de deshacer las mesas extras y apilaras
las sillas para devolverle a la casa un poquito su estado natural.
Lo había perdido a Pedro pero suponía que estaba en el
jardín asegurándose que los perros hicieron sus necesidades antes de acostarnos
todos, para evitar encontrarnos desagradables sorpresitas al día siguiente.
Me despedí de los chicos y me fui a esperarlo a la habitación
mientras me sacaba el maquillaje y empezaba la rutina previa a acostarme.
Para mi sorpresa hacía frio y me puse a buscar un plumón o
alguna manta para poner extra en la cama ya que necesitaríamos abrigo, pero
donde las había visto guardadas ya no estaban y me daba fiaca revisar todo.
Me abrigue con unas calzas y una remera de mangas largas y
hasta tuve que ponerme medias porque tenía los pies helados de las sandalias de
toda la noche.
Pedro todavía no aparecía y yo ya quería zambullirme en la
cama pero quería hacerlo con él.
Estaba por salir a buscarlo cuando lo veo entrar con una
sonrisa, abrigado con un buzo y la nariz roja de frío.
PP: _ abrígate hermosa que hace frío – dijo mientras me
tomaba por la cintura y me arrimaba a su cuerpo para darme un beso.
Pau: _ amor estas helado! Por qué tardaste tanto? Todo bien
con los chanchos?
PP: _todo perfecto, duermen como ositos. Tardé porque estaba
armando algo, vení gorda… seguime – y me tomó de la mano haciendo que camine
tras de él. – Pero antes ponete esto – dijo agarrando con la otra mano una
campera mía de polar que no sé de dónde la sacó.
Pedro me ayudó a abrigarme sosteniéndome la campera y besó
mi cuello acomodando mi pelo para sacarlo por fuera del abrigo.
PP: _ por Dios, me quedaría a vivir en tu cuello – dijo
dándome un beso más y obligándose a separarse para seguir caminando llevándome
de la mano.
Pau: _dónde vamos gordo? Estoy muerta… vos seguís entero
pero yo no doy más.
PP: _ shhhh… confiá en mí. Vamos a empezar el año con magia.
Dejate llevar.
Pau: _por vos? Hasta el infinito y más allá.
PP: _que lindo gorda lo que me decís… te lo voy a recordar
cada vez que no me des pelota y no quieras hacer algo que te proponga – dijo
divertido haciendo muecas y dándose vuelta para robarme un beso sabiendo que se
venía mi contra ataque. – no te molestes en decir nada amor… es solo una
bromita para quitarle tanta solemnidad al momento…
Abrió la puerta que daba al jardín y me hizo salir a la
galería. El aire fresco chocó en mi cara despabilándome un poco.
A pesar del frío los colores de ese cielo y la paz que se
respiraba con todo ese paisaje verde frente a nosotros, hacía que el momento
valiera estar ahí.
Caminamos de la mano por el jardín y pude empezar a ver a
los lejos que algo había armado debajo del árbol más grande frente a las
sierras.
Había un camastro de madera que hasta ahora no usábamos
porque nos daba fiaca trasladar hasta allí las colchonetas. Evidentemente Pedro
las había llevado y había incluso llenado de mantas y almohadones.
Pude observar que ahí estaba el famoso plumón que minutos antes
había buscado sin éxito y me sonreí por su ocurrencia.
Pau: _ en qué momento preparaste esto gordo?
PP: _ mientras que vos te desmaquillabas y te cambiabas
gordita… te das cuenta que tardas bastante ahora no? - Dijo sonriendo de
costado esperando mi característico golpecito en su hombro cada vez que decía
algo de más o incorrecto.
Pau: _demoro lo necesario nenito… bien que te gusta besarme cuando quedo toda
suavecita y oliendo a cremas ricas.
PP: _ mi amor, me gusta besarte siempre, con o sin
maquillaje, con o sin cremas… pero igual lo dije solo para provocarte un
poquito. No me molesta para nada esperarte… mas te haces desear, mas me motivas
– y me abrazo desde atrás pegando su cuerpo al mío y volviendo a besar mi
cuello, haciendo que cerrara los ojos y me entregara por completo a él y al
momento.
Me dio vuelta para seguir besando mi boca y colocó sus frías
manos por debajo de mi ropa, acariciando mi espalda y provocándome un
escalofrío, por el contacto y por el cambio de temperatura.
PP: _ vení bebe, vamos a taparnos y abrigarnos que mi
intención no es enfermarnos más bien todo lo contrario- y me robó un pico.
Nos recostamos en el camastro que había preparado Pedro y
quedamos de frente a lo que ya se dejaba ver como la salida del sol. El
espectáculo de colores del cielo ya era impresionante y realmente el frío no
afectaba para nada la magia de ese momento.
PP: _ quise que arrancáramos este primer amanecer, dándole
la bienvenida al primer sol de lo que será el primer año del resto de nuestras
vidas. Este primer sol, será testigo de nuestro compromiso y nuestro amor. Lo
convertimos en nuestro cómplice para que cada vez que lo miremos, nos llene de
energía y nos recuerde el pacto más puro de entrega el uno hacia el otro.
Me miró de costado y una sonrisa tierna se le dibujó en la
cara mientras buscaba en mi mirada la aprobación a su ocurrencia.
Pau: _ explicame en qué momento te convertiste en el hombre
tan perfecto que sos?
PP: _ sucedió estando con vos… porque sos perfecta para mí y
me inspirás a ser cada día más perfecto sólo para vos.
Pau: _ Te Amo Pedro! Con el sol de testigo o con la luna de
cómplice te amo con toda mi alma.
Y sin decir más nada comenzamos a besarnos dulcemente,
apasionadamente, salvajemente, inconscientemente…
Nuestros labios dieron paso a nuestras lenguas que jugaban
dueñas de la situación.
Nuestras manos comenzaron a recorrer con caricias nuestros
respectivos cuerpos, sin dejar centímetro de piel olvidado.
Con una maniobra Pedro me atrajo hacia él dejándome
recostada encima suyo, y agarrando con sus dos manos mi cabeza, se hundió en mi
cuello para llenarlo de besos y hacerme delirar de placer.
Comenzó a bajar sus besos hacia mi pecho, desabrochando la
campera que llevaba puesta permitiéndome llegar con mi boca a su cuello y
besarlo bien cerca del oído, donde sé que lo vuelve loco.
Mi respiración agitada llegaba de lleno a él provocando
descargas de pasión, por las que de golpe me agarraba del pelo y me separaba de
su oído para besarme desaforadamente la boca.
Me incorporé encima suyo quedando sentada sobre él para
terminar de sacar mi campera y ayudarlo
a quitar su buzo.
Volvimos a besarnos y enseguida pasó sus manos por debajo de
mi remera quitándola con una facilidad asombrosa y agarrando el plumón para
taparme mientras me volteaba quedando yo recostada debajo y él arrodillado con
una pierna a cada uno de mis lados.
Aprovechó la posición para quitar su remera y hundirse bajo
el plumón pegando su cuerpo al mío.
Besó cada uno de mis pechos, jugó con ellos, los llenó de
caricias y con cada contacto de sus manos o su lengua comencé a sentir pequeñas
descargas eléctricas.
Bajó sus manos hasta el elástico de mi calza y sin dejar de
besarme y jugar con mi lengua dentro de su boca, se las ingenió para
quitármelas y dejarme sólo en tanga.
Comencé a desprender su pantalón, mientras lo acariciaba y
aprovechaba a besar su abdomen.
Lo ayude a sacárselo, cosa que bajo el plumón no resultó
tarea sencilla y nos arrancó una carcajada entre besos por las pataditas y
maniobras torpes que hacíamos para no desabrigarnos y quedar desprotegidos y
desnudos al aire.
Pedro llevó su boca hacia mi abdomen llenando mi panza de húmedos besos. Mientras yo me estremecía
de placer y jugaba con su pelo enredándolo en mis dedos.
Sus manos bajaban hacia mi ingle y me acariciaban como solo
él sabe hacerlo para transportarme al cielo.
Ya no podía contener mis gemidos y Pedro subió con una sonrisa
para besarme nuevamente el cuello mientras seguía con sus manos llevándome al clímax.
Se acercó a mi oído, jugó con su lengua mientras me besaba y
me dijo muy en secreto y con un tono provocativo y sensual: No hay magia
más pura que la que logramos haciendo el
amor.
Yo ya no daba más y sentía que iba a estallar de placer por
lo que logre separarme e invertir los roles quedando esta vez yo arriba y
concentrándome en darle placer a él.
Pau: _ esta vez quiero que lleguemos juntos amor - le dije
con una mirada pícara y a la vez perdidamente entregada.
Y a Pedro lo volvió loco la idea. Se lo notaba ansioso por
poseerme y eso me estimulaba y volvía más audaz.
Cada vez que intentaba con sus manos acariciarme, yo se las
sujetaba dejándolo sin movimiento para que pudiera concentrarse en recibir el
placer que le estaba dando sin tener que preocuparse por mí.
PP: _ amor no doy más. Necesito entrar ya. – me dijo
levantando la cabeza como podía y mirándome con ojos encendidos de pasión.
Solté sus manos sonreí satisfecha por el estado al que lo
había logrado llevar y nos fundimos en un beso absolutamente desenfrenado con
nuestras lenguas batallando por llevar el control del ritmo y del espacio.
Pedro terminó de quitar su bóxer se arrodillo frente a mi
separando mis piernas me miró buscando mi aprobación y al obtenerla, corrió a
un costado mi tanga, se recostó sobre mí y en un solo movimiento lo sentí
dentro mío llenando y completando mi ser.
Habíamos jugado tan al límite el uno con el placer del otro
que no hicieron falta demasiados movimientos para sentir que en breve nuestros
cuerpos estallarían haciéndonos uno sólo.
Nos besábamos y sonreíamos porque era imposible sentirnos
más plenos, más felices, más completos.
Los gemidos se intensificaron, los movimientos se
aceleraron, las fricciones se hicieron más profundas y de golpe sucedió la
magia.
Si no gritamos de placer fue por pudor a quien pudiera
oírnos, pero los gritos fueron ahogados por besos y carcajadas de extrema
felicidad.
Pedro quedó tendido, exhausto sobre mí y yo me abracé a su
cuerpo caliente para largar un profundo suspiro que me devolviera el ritmo de
la respiración y las pulsaciones a una velocidad normal.
Sentir el peso de su cuerpo sobre el mío me llenaba de paz.
Habíamos empezado el año realizando la mejor de las magias y ahora sí, con el
sol ya subiendo, podíamos cerrar los ojos, seguros de que este era sólo el
comienzo del primer día, del primer año del resto de nuestras vidas.
Wow.... increible historia, amaria que fuese real!! Se la tendrias que haber enviado a PP antes del 31 para ver si se inspiraba :)
ResponderEliminarMe encanto, la disfrute mucho, y gracias por compartirla ♥
@PatriciaSaat
jajjajajaa me hiciste reir con que se la mandara a PP...
Eliminaryo le apuesto alguna ficha a que se guarda un as bajo la manga y a su debido momento la mejor de las propuestas, la mas perfecta para ellos, llegara ;)
gracias por tu comentario!
me alegra que la disfrutaras!
muy lindo la verdad que me encanto
ResponderEliminarMuchisimas gracias!
Eliminarayyy me encanto,realmente hermoso!!!
ResponderEliminarque bueno que gustara ;)
Eliminarda más ganas de seguir dejándose inspirar!
Gracias!
me encanto de verdad :) son cortos no? vas a subir mas(?)
ResponderEliminarsi! son episodios sueltos... quizas alguno sea de casualidad continuación de otro... para la idea es que sean sueltos, y no necesariamente respeten cronología ;)
EliminarGracias y que bueno que te gustara!
seguramente pronto suba el proximo ;)
Hay me encanto! me encantaría que aya pasado de verdad! =) me encanta como escribís =D
ResponderEliminarMuchas gracias! ;)
Eliminarbuenisima la historia !!! escribis re bien me encanto !!! espero poder leer mas porque realmente me re gusto, gracias por compartir la historia con nosotras.
ResponderEliminarMy pleasure... seguramente habrá otras... ya estan llegando a mi imaginación ;)
Eliminarincreíble como escribis me encanto ...ojala saque un libro jajajaja soy la 1ra en comprarmelo
ResponderEliminarjajajajaa gracias! no se si para un libro... con un blog me sobra!
EliminarMUY MUY bueno! me encanto! en mas de una ocación se me acelero el corazón, creo que eso es bueno jajajaja ♥
ResponderEliminarohhhh gracias! que lindo generar eso a quien la lea! Muchas gracias x compartirlo ;)
EliminarMe encantoooo!!Subi maaas
ResponderEliminar;) gracias! recien subi una parte!
Eliminarmuuuyyy buenoooooooooo..me encantoooooooooo!!!!!! :D..subi mas
ResponderEliminarGracias Meli!!!
Eliminarando en busca de inspiracion para el proximo ;)
Me encantó!!!!!!!!!
ResponderEliminarGracias por leerlo ;)
Eliminarme alegro!