domingo, 14 de abril de 2013

Crónica de un final anunciado - 2da Parte - "Des - Encuentros"




Pau: _Gordoooo! – dije atendiendo el celu sabiendo que era él – ya estás en viaje? A qué hora llegas?

PP: _Hola Pau. – escuche que decía con tono apagado – no me mates pero no voy a poder ir.

Pau: _me estás jodiendo Pedro?  - y el mal humor ya se había instalado en mí – que pasó esta vez? – dije en tono burlón ya que estas situaciones se venían repitiendo incontables veces a lo largo de estas semanas…

PP: _se descompuso la mujer de Alejo y se fueron al médico – no creo que vuelvan esta noche porque ya no van a tener lancha, además que no saben lo que tiene… y me tengo que quedar yo.

Pau: _no se puede quedar el negrito? El Bala? Balita?… siempre tenés que quedarte vos? – increpé ya enojada.

PP: _ya te lo expliqué mil veces Pau. Somos todos productores pero tenemos tareas diferentes, ellos se encargan de una cosa, y nosotros de otra… y además ellos también están.

Pau: _no sé qué decirte Pedro. Se me fueron las ganas de seguir hablando. No quiero pelear y decir algo que después me arrepienta. Hablemos en otro momento. – y corté sin darle chance a que me dijera más nada.

Pedro siempre me enredaba en explicaciones que esta vez no estaba dispuesta a aceptar ni mucho menos a intentar comprender.

Aproveché que ya estaba vestida y lista para salir, así que tomé mi cartera, revisé tener todo lo que necesitaba en ella y salí de casa dejando a Moro con la música encendida para que no se sintiera demasiado solo. No pensaba arruinarme la noche otra vez por él.  

Pau: _amiiigaaa… cómo estás? – dije apenas escuche a Gege que atendía del otro lado - Sigue en pie lo de cena y cumple? – me habían invitado al cumple del marido, pero como se suponía que era la única noche que nos veíamos con Pedro, les había dicho que no me contaran – Pasame la dirección por chat, yo ya estoy en el auto. Después te explico… necesito salir y divertirme! – me despedí de mi amiga y me miré en el espejito. Me había puesto divina para él… y no pensaba deprimirme sola en casa.

Esa noche me hizo bien reencontrarme con mi grupete de amigas modelos. Con ellas la diversión estaba casi asegurada. Nos reíamos de todo o mejor dicho de cualquier cosa. Nos reíamos de nosotras mismas y de lo chusmas que nos volvíamos en masa.

Linda cena, en un lindo restó, aunque colmado de fashion victims y algo excedido de glam. Si no fuera por mi grupito de amigas con las que todo eso pasaba a ser motivo de burlas, creo que me hubiera deprimido más. Trataba de imaginármelo a Pedro ahí, compartiendo esa salida conmigo y no había manera… el pibe no encajaba. Acá todo el mundo se especializaba en hablar de frivolidades, y si Pedro no hablaba en una reunión de amigos tranqui… no podía imaginar que interactuara de algún modo con esta gente.

Pero no era momento de pensar en Pedro… estaba claro que no le estábamos encontrando la vuelta.

Jaz: _Dale, largá – y ella siempre tan directa y sin filtro – a mi no me mentís flaquita.

Ya estaba por terminar el festejo y mientras algunos deliberaban si seguirla o no en Tequila, nosotras seguíamos charlando en uno de los livings de la terraza del restó palermitano con trago en mano.

Pau: _ Que largue qué? – solté haciéndome la desentendida

Gege, Jaz y Juli me miraron con cara de “deja de mentir” y no me quedó más remedio que decir algo.

Pau: _No me jodan, no tengo ganas de enroscarme ahora – dije con tono de pocos amigos

Gege: _ entonces algo pasa. Dale boluda, no nos vemos nunca, si ahora no es momento… cuándo?

Resoplé con bronca porque no tenía intensión de hacer de ese encuentro algo intenso. No tenía ganas de ser la analizada de la noche ni de ponerme a revisar una historia que al menos para mí, aun no estaba clara.

Pau: _ obviamente tiene que ver con Pedro. No se chicas.. No le estoy encontrando la vuelta.

Jaz: _flaca si no va, no va. Vos te ponés idiota con los tipos y no te quiero volver a ver hecha un trapito por ningún mamerto que no te valore.

Jazmín siempre saltaba a defenderme. Hasta de mi misma si hacía falta. Ella siempre me hablaba de frente y me gustara o no, era quien siempre acertaba. Con los años de amistad, había aprendido a escucharla. Cuando Jaz me decía algo o me ponía los puntos, difícilmente se equivocaba.

Pau: _no es que no me valore… es que no nos estamos pudiendo ver, él vive laburando en una isla con el reallity y yo vivo viajando por campañas. Y ustedes ya saben lo que me pasa a mí con las relaciones a distancia.

Juli: Ay Pocha! Vos y tu Susanita interna… no te des manija al pedo, es un momento. Ni los viajes ni la isla van a ser para siempre.

Gege: _Claro Pocha, no es lo mismo que cuando el otro aparato con el que estabas, te avisaba que arrancaba la gira y se iba una temporada entera a Europa, Asia, y a pelotudear por el mundo – y si, con ese cariño hablábamos de mi ex. – a éste en días lo tenés de vuelta en tierra firme y entregado a vos.

La miré a Jaz, porque era obvio que algo me iba a decir.

Jaz: _no sé. Yo no estoy muy de acuerdo. Si no se hace tiempo ahora o si no encuentran la manera de estar juntos y acompañarse ahora que esto está recién empezando, entonces después es todo más complicado. A mí no me importa lo que él quiera, no dudo que esté enamorado de vos.. Si sos lo más. Gorda, a mí me importa que vos no la estés pasando bien. Y si él es responsable de esto, entonces no me gusta él para vos.

Concreta como siempre, Jaz me bajaba a tierra y me dejaba pensando a más no poder.

Pau: _no sé chicas. Les dije que no quería enroscarme hoy.

Jaz: bueno basta, no se habla más. A bailar, agarren sus carterulis, que nos vamosssss…. – dijo parándose del sillón y agarrándome del brazo sin darme siquiera chance de decirle que no.

Esa noche la terminamos en Tequila, rodeadas de amigos y de buena onda.  Hacía rato que no compartía salidas con las chicas y la verdad es que la pasamos genial.

Eran las 10 de la mañana y el celular no paraba de sonar. No podía ser por trabajo, ya que previendo que era mi “día libre con Pedro” yo me había dejado ese día sin compromisos, por lo tanto no entendía quien llamaba con tanta insistencia.

2 llamadas perdidas… ambas de Pedro.

Me di vuelta en la cama e intenté seguir durmiendo.

No sé cuánto tiempo pasó y escuché sonar el portero.

Pau: _Pero la puta madre hoy todos se pusieron de acuerdo para romperme las pelotas a mí? – Humor menos 20. Eso estaba clarísimo.

Agarre mi celular y vi que eran las 11.30 y que tenía otras 2 llamadas perdidas y varios chats.

El portero volvió a sonar con insistencia y no me quedó más remedio que pararme como resorte de la cama y arrastrar las piernas maldiciendo al que estuviera abajo y no hubiera anunciado su visita.  Llegaba a ser alguien equivocado y le volaba un cenicero por el balcón.

Pau: _HOLA! – grite con mi peor tono de voz al mismo tiempo que iba apareciendo en el visor la imagen del responsable de mi horrible forma de amanecer- Pedro que haces acá?

PP: _me abrís? – dijo sin dar más explicaciones…

Obviamente no lo iba a dejar parado afuera aunque lo que menos quería era hablar en ese momento con él. Tenía mi cabeza en delay por el sueño y aún retumbaba en mis oídos la música de anoche. Desacostumbrada como estaba a salir y trasnochar, sentía un cansancio descomunal y una fiaca para estar en cama todo el día.

Apreté el botón para darle paso y me fui al baño a intentar recomponer un poco mi cara de arruinada. Me lave los dientes, me lave la cara, me até el pelo enmarañado y me puse crema para refrescarme un poco.

Sonó el timbre y me dirigí a abrirle tal como estaba.

Pau: _se puede saber que haces acá a esta hora Pedro? – pregunté mientras él entraba a mi living sin esperar a que yo le diera paso.

PP: _vos le abrís la puerta a cualquiera así? – preguntó señalando mi vestimenta.

Tenía puesto mi pijama monito, nada más cómodo para noches de verano. Revolee los ojos porque no venía al caso su planteo  e insistí.

Pau: _qué haces acá Pedro? De golpe te acordaste que había vida fuera de la isla?

PP: _Podemos dejar la ironía de lado y hablar tranquilos? – preguntó en tono calmo – vengo en son de paz.

Pau: _que bueno, porque ya sabés que yo no peleo – dije dándome la vuelta y yendo hacia la cocina a poner la pava para hacerme mates.

PP: _no peleas porque cortas el teléfono y das por terminada la discusión cuando a vos te parece. Así es fácil no pelear – recriminó mientras caminaba detrás mío hacia la cocina – No da que me dejes con la palabra en la boca y desaparezcas toda la noche.

Pau: _no era que venías en son de paz? A qué viene este planteo entonces? – refuté mientras acomodaba la yerba en el mate y buscaba algo para acompañarlo y comer

PP: _ no te parece que te pasaste un poco? Que sobre exageraste anoche? Trate de que me escucharas y entendieras que no dejaba de venir a verte porque no tenía ganas sino porque surgió un imprevisto. No me quede de joda en la isla ni me fui a una fiesta… como vos. – y me lo tiró así, para hacerme sentir culpable.

Pau: _y vos que sabés lo que hice yo? – lo increpé.

PP: _ no terminaste acaso en Tequila? – preguntó desafiante.

Pau: _si. En el cumple del marido de una amiga. No creo que tenga que darte explicaciones ni pedirte permiso, no? – Si él estaba desafiante, entonces yo no pensaba quedarme atrás.

PP: _ hubiera estado bueno enterarme por vos y no quedar como un Carlitos cuando me dijeron que te vieron…

Pau: _ Hubiera estado mejor que anoche vinieras como habíamos quedado y yo no hubiera ido a Tequila.

PP: _no me des vuelta las cosas, sabés que tengo razón.

Pau:  razón de qué Pedro? Desde cuando tengo que anunciarte mis pasos? – no se la pensaba hacer fácil.

PP: _no te digo que me pidas permiso, pero estaría bueno enterarme por vos de las cosas. Estamos juntos, no?

Pau: _me lo estás preguntando? – refuté irónica – La verdad que no se qué responderte… quizás es una buena pregunta para que nos hagamos… Estamos juntos? Porque yo me siento afuera de todo.

PP: _qué decís Paula? Vivo pendiente de vos – y comenzó a exasperarse mientras me hablaba – vivo pendiente de tu humor y de tus ganas. Trato de complacerte en todo y de estar presente lo más que puedo.

Pau: _de qué me sirve que estés pendiente por chat, si cuando quedamos en algo no lo respetas?

PP: _otra vez con lo de ayer?

Pau: _No es solo lo de ayer, es lo de la semana pasada también. Estoy última en tu lista de prioridades Pedro, y me cansé de ser la última en la vida de los demás.

PP: _de los demás o de la mía? Porque acá estamos vos y yo solos. – me dijo recriminándome – yo no sé con quienes me estás comparando pero nunca jamás estuviste ni estarías última en mi lista de prioridades. Creo que eso ya te lo demostré todo el año pasado. Yo no puedo vivir rindiendo examen con vos.

Pau: _ y quién te pide que rindas examen? Yo te hablé de respetar nuestros momentos. Además me causa gracia que digas que yo manejo la relación a mi antojo, cuando no puedo verte nunca, de qué relación me hablás? Explicame que sería lo que manejo yo, a ver si me doy por enterada…

PP: _Explicame entonces por qué me están lloviendo facturas que no tienen que ver conmigo y sí con tus relaciones pasadas. A eso me refiero. Todo el tiempo convivimos con los fantasmas de tus ex y las cagadas que ellos se mandaron.

Y apenas terminó de decirlo sentí un nudo en la garganta y los ojos estallados de furia y de llanto. En ningún momento yo había hablado de mis ex y sin embargo él tenía razón. Casi todos mis miedos y mis mambos venían arrastrándose de relaciones anteriores. Pero no daba que me lo dijera así. Me sentí tan expuesta, tan desnuda y vulnerable que me fui corriendo al cuarto dejándolo solo y sin reacción.

Me tiré en la cama con el mismo impulso que cerré la puerta de un portazo y sentí a Moro ladrar desorientado. Me abracé a una almohada y dejé salir la catarata de lágrimas que asomaba por mis ojos.

Lloré desconsoladamente, lloré mi enojo y mi frustración por entender que en algo Pedro tenía razón. Mis miedos no eran actuales, mis heridas abiertas tampoco, y yo le estaba haciendo pagar a él, cosas que venían de antes.

Me dejó un rato sola que nos sirvió a ambos para ordenar nuestros pensamientos y bajar un cambio. Llorar había liberado gran parte de mi angustia y de mi tensión y sentía que ahora sí podríamos hablar de forma más calma.

Se ve que Pedro sintió lo mismo porque después de dar 3 golpes a la puerta abrió sin esperar respuesta y se acercó hasta mí, sentándose en el borde de la cama, al costado de donde yo estaba acostada.

PP: _Perdoname Pau soy un pelotudo. Vine a tratar de arreglar todo, de darte una sorpresa y compartir tiempo juntos, y mirá cómo terminamos. – dijo sincero sin atreverse a tocarme -  No llores más gorda, sabés que me parte al medio verte así, dale no llores, hablemos.

Pau: _me abrazas? – le pedí sin dejar de llorar pero más calmada de lo que había estado antes – necesito que me abraces – dije entre pucheros e intentando no desarmarme más.

Pedro se recostó al lado mío y me abrazo haciéndome un ovillo dentro de su pecho. Sentí sus brazos rodearme con fuerza y después de apretujarme y acercarme lo más posible a él, comenzó a acariciar suavemente mi espalda.

PP: _Perdoname por lo que te dije recién Pau se me fue de las manos… no quise removerte viejas heridas ni comparar nuestra relación con ninguna otra – me dijo mortificado.

Pau: _creo que algo de razón igual tenés. – dije hundida en su pecho y sin intención de dejar asomar mi cara.

PP : _puede ser, pero no era la forma de planteártelo. – y tomo mi cara para hacer que lo mirara a los ojos – Gorda vos siempre vas a ser una prioridad para mí… no ves acaso que estoy muerto por vos? – hizo una pausa – hay momentos en los que ya no se qué más hacer para que me creas, para que te la creas… Pau a mí con vos me pasa todo. No estoy boludeando.

Y dejó de hablar para concentrarse en mi mirada como intentando descifrar lo que yo pensaba o sentía.

Me hundí más en su pecho y me aferré con mis brazos a su espalda, abrazándolo esta vez yo bien fuerte para que entendiera lo que no podía decirle en palabras… a mí también me pasaba todo con él, solo que mi sistema seguía en alerta y no me permitía terminar de entregarme.

PP: _De verdad Pau, podés convencerte de que esto que tenemos es real? – me dijo algo apenado – Vivo paranoico pensando que un día vas a desaparecer sin darme razones. – y lo vi bajar su mirada triste.

Pau: _qué decís Pedro? Yo nunca haría algo así… no estoy jugando con vos.

PP: _no digo que estés jugando conmigo, digo que tengo miedo que tanta inseguridad un día logre separarnos.

Pau: _yo no te doy seguridad? – pregunté sincera, lo que él estaba planteando era nuevo para mí.

PP: _cuando estamos juntos sí. Y yo estoy seguro de lo que siento todo el tiempo por vos, pero cuando no nos vemos, no se… siento que vos no lo tomas enserio… que para vos no es tan importante, y hasta a veces siento que me querés dejar afuera.

Sus palabras me tomaron por sorpresa. Nunca pensé que le estaba transmitiendo esa inseguridad a él, en mi cabeza yo pensaba que estaba siendo súper clara y que estaba dando señales exactas de lo que quería… que él fuera el inseguro, era una posibilidad que no entraba en mi esquema mental.

Me quedé en silencio unos minutos reflexionando sobre lo que acababa de escuchar y después tuve necesidad de explicarme. Me separé de su abrazo y me recliné un poco para quedar sentada frente a él y poder hablar mirándonos a los ojos.

Pau: _ Nunca pensé que podías sentirte así. Yo siempre creí que estaba siendo clara con vos. Obvio que no estoy jugando y que me tomo nuestra relación enserio. Pero yo también estoy insegura.

PP: _insegura con qué? Por qué? No sabés si querés que estemos juntos? – preguntó angustiado.

Pau: _no Pedro, yo sé que quiero estar con vos. Insegura de nosotros, siento que todavía no nos conocemos de verdad. Todo el año pasado vivimos en una burbuja, que no es nuestra vida real… estábamos todo el día juntos, pasaron mil cosas y vivimos a mil… pero ahora llegó la hora de conocernos de verdad, en nuestra vida real, en nuestras rutinas de trabajo, y de golpe ya no tenemos tiempo para nosotros, chocamos a cada rato, y casi no compartimos nada.

PP: _no es tan así Pau. Estamos en una circunstancia especial, pero yo no vivo generalmente en una isla. El programa se va a terminar y yo voy a volver a la misma vida del año pasado. Además vos también tenés propuestas nuevas, nuestras realidades van cambiando, tenemos nuevas oportunidades y ambos tenemos que adaptarnos a eso… a los dos nos fue cambiando la vida, pero podemos adaptarnos juntos. Yo estoy seguro que lo vamos a lograr. Danos esa oportunidad.

Pau: _sabés que me pasa? Siento que todas las propuestas que surgen nuevas están relacionadas a explotar esto que nos pasa… Entonces me planteo qué onda… estamos juntos porque nos elegimos o estamos juntos porque todo nos lleva a estar juntos – dije tímida sin querer mirarlo a los ojos porque estaba abriéndole mi alma y desnudando todos mis miedos.

PP: _y vos tenés una respuesta? Porque yo la tengo – hizo una pausa – Paula yo estoy con vos por vos. Porque me encantas y me volves loco.  Con propuestas o sin propuestas yo estoy enganchado con vos. Enamorado de vos.

Lo miré para asegurarme que en sus ojos leía exactamente lo mismo que en sus palabras. Pedro hablaba con su mirada y me bastaba verlo, para saber que lo que decía era cierto.  Me zambullí en un sus brazos porque no quería hablar más, necesitaba sentirlo. Haber liberado mis miedos me hacían sentir insegura y vulnerable y sabía que no habría palabras que pudieran tranquilizarme más que sus brazos y sentirlo a él, en su esencia.

Pedro me abrazó fuerte y comenzó a acariciar mi espalda mientras me hablaba en un susurro.

PP: _de verdad no sabés que yo te amo?

Pau: _A veces me lo olvido – dije contra su pecho porque no estaba lista para separarme de su abrazo – Cuando no nos vemos me cuesta sentirlo. Me siento sola y me olvido de todo.

PP : _yo en cambio no me olvido de vos nunca – y me beso el cuello – todo el día me paso pensando la menara de verte, de tenerte cerca, de encontrar alguna excusa que nos permita vernos.

Pau: _no necesitamos excusas para vernos – dije en tono quejoso.

PP: _a veces sí. Para vernos más de lo que podríamos, esta bueno tener excusas… por eso muchas veces busco que participes en los programas, y quiero convencerte que vengas a la isla… Gorda no es nada más porque nuestra relación vende… es porque yo quiero verte. Tenerte cerca. Aprovechar más tiempo con vos.

Y me separé de él para nuevamente mirarlo a los ojos.

Pedro acomodó algunos mechones de pelo detrás de mis orejas para despejar mi cara y me tomó por las mejillas.

PP: _yo también te extraño. Demasiado. Pero como sé que no puedo salir más de lo que salgo, invento motivos para que vos vengas. – dijo en tono casi infantil – aunque casi siempre me sacas cagando y terminamos discutiendo, se ve que muy bien no me sale convencerte – dijo casi haciendo pucheros.

Y me lo quise comer crudo. Lo abracé y lo llené de besos para compensar un poco los mil “NO” que se venía comiendo ante cada propuesta e invitación que me hacía para participar de alguno de los ciclos de Ideas.

Pau: _Perdoname gordo!  Nunca lo había visto de esta forma. Siempre sentí que todo venía desde la producción y que era seguir explotando y exponiendo nuestra relación. No me di cuenta que vos lo planteabas desde este lugar.

PP: _siempre sos tan desconfiada? – y me lo preguntó serio.

Pau: _Perdón – dije sincera – ya me conocés algo y ya sabés que pienso demasiado todo.

PP: _yo creo que algo te conozco pero pareciera que vos no me conoces a mí. Tengo pinta de querer aprovecharme de vos? De verdad pensas que puedo, o mejor dicho quiero, aprovechar nuestra relación para algo laboral? No te cuidé siempre? – preguntó apichonado.

Pau: _perdón, de verdad perdón. Sí que me cuidaste y sé que me cuidás. Pero soy insegura, maquino todo el día, ya sabés que me cuesta entregarme… - y lo miré obvia – no hace falta que te cuente a vos lo que me cuesta dejar de pensar y …

PP: _confiás en mí? – me preguntó directo interrumpiendo lo que yo decía.

Pau: _si. – dije tímida porque sabía que no se lo estaba demostrando.

PP: _de verdad confiás en mí? – volvió a preguntarme en tono serio.

Lo miré a los ojos y no tuve dudas en responderle.

Pau: _Sí. En vos confío.

PP: _y en qué o en quién no confiás? – él necesitaba llegar al nudo del problema.

Pau: _ en lo que nos rodea. En el entorno. Siento que somos un buen negocio y que se quieren aprovechar. Todo el tiempo me hacen sentir que no puedo desaprovechar el momento, y siento que finalmente esto va a pasar, que somos algo del momento que va a desparecer.

PP: _quizás desaparezca la atracción por nosotros de parte de los demás, pero que nosotros hagamos la nuestra no depende de un momento. Que nos queramos y que cuidemos lo que sentimos no depende del entorno. Eso depende de nosotros. Pau yo siempre te voy a cuidar en lo personal y en lo laboral. Nunca haría nada que pudiera afectarnos como pareja. 

Pau: _yo creo que vos no, pero siento que los demás si y eso me da miedo. Miedo de no saber manejarlo. De quedar atrapados en intereses de otros.

PP: _no voy a dejar que eso pase, te lo prometo. Una cosa es que juguemos en el programa, o que te invitemos con excusas boludas para que yo pueda tenerte cerca y otra muy diferente es que permita que se aprovechen de este amor que sentimos. No voy a poner en juego nuestra relación. Dale amor, confiá en mí.

Y aunque realmente no estaba convencida de cómo resultaría todo, necesitaba darle este voto de confianza. Creer en Pedro me devolvía la paz. Quizás realmente fueran todas alucinaciones mías y nadie quería aprovecharse de nosotros.

Pau: _me das un beso que me haga olvidar de todo?

Vi como la expresión de Pedro pasaba de ser rígida y seria para transformarse en tierna.

PP: _me volvés muy loco sabías?  - dijo entre sonrisas y con algo de incredulidad, mientras achinaba sus ojos y me miraba con amor.

Pau: _dale, dame un beso y no me dejes penar más – rogué con cara de culpa.

Pedro me atrajo hacia él tomándome por la cintura pegando nuestros cuerpos lo máximo posible y comenzó a besarme del modo en que él sabía hacerme olvidar del mundo.

Besos que de la boca pasaron al cuello y terminaron jugando con los lóbulos de mis orejas, cosa que me hacía estremecer de placer y me perdía en un mundo perfecto de sensaciones, olores y sabores que sólo me remitían al amor.

Cuando terminamos de hacer el amor me abrazo fuerte contra su pecho y en medio de un suspiro me dijo…

PP: _ esta semana como sea te obligo a que vengas a la isla. No soporto tanto tiempo más sin vos.

Pau: _no empieces de nuevo Pedro.

PP: _date por enterada que la semana próxima venís o venís. No te lo estoy preguntando, te lo estoy diciendo.

Y automáticamente quedó sobre mí acostado y me selló la boca con un beso que me obligó a desconectarme de cualquier cosa que no fuera él, su boca y ese amor puro que surgía estando en sus brazos.


Hola hola hola! Aqui Luna desde el éter con una nueva entrega...
Finalmente este Epi tendrá 4 partes.
No me odien por la demora... sepan que realmente escribo en cuanto puedo ;)
Gracias INMENSASSSSS por los lindos comentarios y por la buena onda con la que me escriben siempre.
Gracias por tomarse un rato y dedicarlo a leerme a mí y mis delirios.
Disculpen mis borrones en Tw... pero de verdad ando poco por ese mundo de redes sociales.
 Gracias de nuevo y espero sus comentarios, sugerencias, o pedidos que me divierten y me ayudan a inspirar!
Hasta prontito!!!

martes, 2 de abril de 2013

Crónica de un final anunciado - 1era Parte "Qué placer verte otra vez"






Vi la pista de aeroparque desde el aire y la ansiedad que sentía desde anoche me subió a la garganta.


Tranquilizate Paula, bajá un cambio que así no llegas a la tarde, me dije para mí misma. Inspiré profundo, solté el aire… sacudí mi cabeza intentando poner mi mente en blanco y me preparé para el aterrizaje.


Bajé del avión y encaré directo la puerta de salida. Por mensajito Gonza me había avisado que me esperaba afuera en el auto y con Moro.


Me felicité por haber llevado sólo equipaje de mano sin tener que despacharlo para no tener que esperar ni demorarme más. Estaba un poco jugada de tiempo. Debía apurarme.


No había dormido prácticamente nada en toda la noche. El desfile había terminado más tarde de lo previsto y después tuve que asistir a una mini fiesta que organizó la gente de la producción para todos los que habíamos participado.


En el medio había discutido con Pedro por teléfono, cosa que me llevó a comerme la cabeza el poco tiempo que pude apoyarla en la almohada.


Hacía unas semanas que no nos veíamos por mis viajes y por que él había comenzado ya a trabajar en la producción del nuevo programa “Soñando por bailar”.


Las veces que estuve de paso por Bs As justo coincidió que él estaba en la isla y no pudimos encontrarnos y eso nos tenía fastidiosos a los dos.


Reclamos que nos pasábamos en tono de chiste… facturas que volaban de un lado a otro… planteos y escenas de celos por situaciones confusas… podíamos decir que el clima entre nosotros estaba raro.


Llegué al auto y Moro se abalanzó sobre mí.


Pau: _ Gracias Gon por venir a buscarme! Sos lo más hermanito!!! Cómo se portó Moro?


Gon: _ de nada Pocha. Moro como un duque… durmió todo el tiempo al lado de la puerta o en tu vestidor cerca de tus zapatos. Este bicho vive para vos Pau.


Y si Morito era mi bebe, mi gordo chancho, mi negro peludo… mi amor incondicional y puro, él vivía para mí y yo para él. Cuando viajaba y no podía llevarlo lo extrañaba mucho más de lo que podía imaginar.


Llamé a Sochi desde el auto para pedirle que fuera yendo para casa, tenía solo un par de horas antes de tener que estar en el canal, y no podía colgarme.


Me llamó la Bicho para ponernos al día y la invité a que me acompañara, necesitaba un poco de apoyo logístico… presentía que iba a ser una tarde movilizadora y mejor si no iba sola.


Gonza me dejó en casa y se fue, lo invité a que se quedara pero se ve que tenía otros planes. Llegué y así como estaba tiré toda la ropa que tenía en el lavadero y me metí a duchar.


Apenas salí del baño llegó la Bicho y a los pocos minutos Sochi y todo su kit para ayudarme a preparar. Prendimos la tele de fondo para ver La Cocina del Show.


Verlo ahí, paradito en su rincón y saber que en un rato lo iba a tener en frente me hizo transpirar de nervios.


No había pasado un solo día en el que no hayamos hablado por chat o por teléfono a toda hora. Nos extrañábamos mucho. Estos casi 20 días separados no habían estado buenos.


Sobre todo la última semana y media… desde que se mudó a la isla.


En los programas no paraban de hablar de lo buenas que estaban las chicas que entrarían al reallity y tanto Josema como Mariano bromeaban sobre lo difícil de mantenerse fiel ahí dentro con tanta mina buena dando vueltas.


Dos tarados que lo único que hacían era incrementar la locura que me generaba tenerlo lejos. En principio no me afectaba la convivencia con otras minas que pudieran estar buenas, me afectaba la distancia, el no poder vernos cuando quisiéramos, el tener que ajustarnos a una visita de rutina una vez por semana… el no tenerlo para mí.


Recibí un mensaje de Pedro preguntándome si había llegado y confirmando mi visita al programa. Intercambiamos mensajes fríos. Éramos dos tercos y estaba claro que ninguno pensaba ceder después de la discusión de anoche.


Mientras almorzábamos algo de apuro que compró la Bicho y Sochi me peinaba, escuchamos como Mariano comenzó a insinuarle a Pedro que una de las participantes nuevas llamada Agustina, podía captar su atención.


Esto estaba pasando en vivo?


Mariano le estaba tirando onda para que esté con otra mina?  Y yo tenía que ir a ese programa con mi mejor cara de póker a reencontrarme con él frente a cámaras, para qué?


Lo que más me indignó, no fue el doble sentido constante que Iudica usaba para hablar de lo que pasaría en la Isla, sino que Pedro permaneciera inmutable frente a la insinuación.


Caliente e impulsiva como soy, agarre el celular y le mandé un chat.


“la verdad que me sacaron las ganas de ir”


Desentendido como siempre Pedro solo me respondió un “Eh?” que no hizo más que potenciar mi enojo e indignación.


“Eso Pedro. Que ya no tengo ganas de ir, no le veo sentido. No quiero exponerme más.”


No respondió nada pero ni bien se fueron al corte mi celular comenzó a sonar. Obviamente era él.


PP:_ me explicás ahora que te pasa?


Pau:_ hola no? Digo…


PP: _ Paula no estoy jugando y no tengo tiempo. Estamos en el medio del programa. No demos vueltas. Qué te pasa?


Pau: _lo que te puse recién. No tengo ganas de ir para exponerme para quedar como una boluda frente a todos.


PP:_ juro que no se de que hablas. Me explicas por favor?


Pau: _Nunca sabes de qué hablo Pedro. Vos nunca registras nada de lo que pasa o es lo que me haces creer a mí?


PP: _ frená y bajá un cambio. De verdad no sé qué decirte porque no entiendo qué pasa.


Pau: _ A esta altura da igual.


PP: _ No es que quiera sacarte de encima ni evadir lo que sea que haya pasado, pero en cualquier momento volvemos al piso y te voy a tener que cortar. Vení y hablamos tranquilos.


Pau: _Para qué querés que vaya? Para boludearme?


PP: _ vos me estás hablando en serio? Yo no lo puedo creer nena…


Pau: _ Yo tampoco lo puedo creer.


PP: _ Hacé lo que quieras Pau – y me lo dijo con tristeza – te tengo que cortar.


Sentí que lo llamaban y que hablaba con alguien más.


PP: _ya estás anunciada y todos preguntan por vos. Fijate lo que vas a hacer y avísame. Yo te voy a estar esperando.


Pau: _ no te entiendo Pedro.


PP:_ yo tampoco.  – y cortó la llamada.


Sochi y la Bicho me miraban sin comprender nada.


Tiré el celular en el sillón y fui a desquitarme al baño la locura que sentía. Me miré en el espejo y estaba roja. Había comenzado a brotarme… tenía mis clásicas ronchas en el cuello en señal de los nervios que traía encima y los ojos inyectados de ira y frustración.


Para qué mierda había dicho que iría si desde el primer momento no quise que nuestro reencuentro fuera frente a cámaras? Sabía que gran parte del enojo era conmigo misma por haber accedido a algo que no quería.


Sochi me golpeó la puerta y me hizo salir del trance.


Sochi: _Pau estás bien?


Abrí y salí. La miré y me abrazó.


Pobre Sochi… me había aguantado en tantas que ya perdí la cuenta. Siempre me contenía y me cuidaba como una hermana mayor o como una madre.


Sochi: _dale Pau, largalo. Qué pasó… si estabas bien?


Me vi en la obligación de explicarles a las chicas la discusión de anoche y todo lo que venía pasando en estos últimos días.


Mis miedos y el fantasma de tener una relación a distancia, y lo que eso significaba en mi vida. Experiencias de relaciones anteriores donde la distancia, la inseguridad y los celos habían arruinado todo y mi pelea interna por no volver a pasar por eso, cuando la distancia era irremediable. No la habíamos elegido y prácticamente no nos habían dejado opción. Pedro tenía que trabajar desde la isla y yo no iba a instalarme con él ahí. Nuestra relación tampoco había crecido tanto como para pasar las 24 hs del día juntos y por más que él me lo había pedido, yo lo había descartado de entrada. Cosa que por supuesto a Pedro le emboló.


No solo me había negado a instalarme algunos días con él, sino que había llegado a decirle (claramente por orgullo) que no pensaba visitarlo y meterme en su trabajo para que nadie dijera boludeces. La persecuta de que nuestra relación era sólo por buscar cámara me seguía afectando y no quería que nadie pudiera siquiera insinuar que yo iba a la isla para salir en algún programa.


Mis amigas me miraban un poco incrédulas.


Bicho: _No sé amiga, a mi me parece que te fuiste un poco de mambo.


Sochi: _hablás de Pedro como si no lo conocieras Pau. Qué pasó con todo lo que sentías a fin de año? Donde quedó la seguridad que habías logrado?


Entre las dos me convencieron de que mi cabeza me estaba jugando en contra y que la equivocada había sido yo.


Pedro estaba actuando igual que siempre y el boludo de Iudica era simplemente eso… “el boludo de Iudica” y no había que darle mayor trascendencia ya que siempre jugaba frente a cámaras con el doble sentido.


Volví a recibir un mensaje pero esta vez era el Balita preguntándome a qué hora llegaría. Evidentemente Pedro se había enojado y ahora que las chicas me habían lavado el cerebro, me sentía un poco culpable por haberlo tratado así.


Decidí ir y enfrentar las cosas. Por él y por mí y porque no sabía sino cuándo íbamos a poder hablar y encontrarnos y tampoco daba para más.


Le respondí al Balita y también le avisé a Pedro. Quería intentar suavizar un poco todo, pero como única respuesta recibí un cortante “OK” dándome a entender que ahora el enojado era él.


Llegamos al canal y nos recibió Fede en el pasillo, mientras íbamos para camarines hablamos un poco del lanzamiento del nuevo programa y de las expectativas que tenía toda la productora en que saliera bien. Había sido una apuesta muy fuerte, con mucha inversión y todos estaban revolucionados por el primer programa que saldría apenas en unas horas desde el canal y desde la isla.


Ahí terminé de sentirme mal, porque conociendo a Pedro, sabía que él tenía muy puesta la camiseta de Ideas, y seguramente para él hoy también era un día importante y lleno de nervios. Le habían dado mucha responsabilidad en cuanto a producción y él tampoco estaba feliz con la idea de tener que alejarnos, pero sentía que le estaban dando una oportunidad muy grande que no podía desaprovechar. Viéndolo así, estaba siendo muy egoísta y recién ahora tomaba consciencia.


Mientras me maquillaban para entrar al piso, el programa se fue al corte y Pedro vino a saludarnos. Moro le saltó encima y yo morí de ternura al ver como jugaban a unos metros de donde estaba yo.


Se acercó un poco más y ninguno de los dos supo cómo actuar, era raro reencontrarnos después de tantos días, en medio de tanta gente y después de haber tenido dos discusiones absurdas telefónicamente en las últimas horas.


PP: _Hola – me saludó de parado y a través del espejo con Moro en brazos – gracias por venir.


Pedro se escudaba en su roll de productor? Se lo notaba tenso y confundido.


Pau: _no daba dejarlos clavados si ya me habían anunciado.


PP: _ Yo te lo decía por mí, no por el programa.


Y sus palabras me sacudieron. Qué estaba haciendo? De golpe me vi tratándolo a Pedro como no quiero que me traten a mí… haciéndolo sentir como si todo fuera para las cámaras… y me sentí una tarada por haberme dejado influenciar tanto por el entorno.


Lo miré arrepentida y antes de que pudiera decir algo él volvió a hablar.


PP: _tengo que entrar – dijo mientras bajaba a Moro – nos vemos ahí – y giró para irse.


Pau: Pedrooooo –lo llamé alzando la voz para que  me mirara – hablamos después?


PP: _ te vas a quedar? – me preguntó confundido.


Pau: _ Si. Necesito que hablemos.


PP: _ Yo también.


Y volvió a girar para alejarse y entrar al estudio.


Terminé de prepararme y me acerqué al control a saludar. En el pasillo me encontré con algunas chicas y automáticamente cambié el chip. Necesitaba mostrarme contenta de volver. Las chicas me llenaron de cartas y regalos y con tantas demostraciones de cariño me devolvieron la seguridad… estaba recuperando la alegría y la confianza. Ahora podía volver a enfrentarme a las cámaras.


Pampita estaba como invitada y eso me hacía sentir más tranquila. La conocía y sabía que no se iba a prender en nada que pudiera perjudicarme ni dejarme expuesta. Entre ella y Sofía, me sentía un poco contenida y aliviada.


Me presentaron y entré contenta de volver. Escuchar los gritos de las chicas me motivaba. Me dispuse a divertirme y a pasarla bien y dejar de lado toda la confusión para cuando pudiéramos estar solos.


Pedro estaba distante, en su rincón. Atento a mis movimientos y mis palabras pero sin intención de acercarse. Obviamente estaba dolido.


En estos meses había aprendido a conocerlo y sabía que en muchas cosas éramos bastante parecidos.  Yo era orgullosa y él también. Yo era caprichosa y él también. Quizás justamente eso era lo que más afectaba nuestra relación. Nos costaba mucho reconocer cuando nos equivocábamos y ni hablar de dar el brazo a torcer.


Yo trataba de buscarlo con la mirada para hacerlo aflojar y para que entendiera que mi enojo tenía una explicación y que pronto le iba a aclarar todo para que él pudiera comprenderme,  pero Pedro se mantenía serio y lejano, lo cual empezó a incomodarme.


En algún punto yo estaba acostumbrada a que fuera él siempre el que la remara y que en este caso los dos tuviéramos motivos para estar enojados, cambiaba las reglas de juego entre nosotros.


Mariano para variar se provechó de eso y comenzó a hacer más incómoda la situación remarcando el mal humor de Pedro y pidiéndole que cambiara la cara, Pampita saltó a defenderlo pero sin darse cuenta soltó un “está mal de amores, déjenlo” abriendo el juego y dejando en evidencia frente a todos, que las cosas entre nosotros no estaban bien. Y me compadecí de él, de mí de la situación y de nuestra eterna exposición mediática que atentaba contra nuestra intimidad y nuestros tiempos.


Creo que a él le pasó lo mismo y lo vi esforzándose por cambiar la onda.  Por suerte Moro entró al estudio y ganó protagonismo. El chancho nos estaba salvando de entrar en ese terreno gris de tener que dar explicaciones si a Mariano se le llegaba a ocurrir soltar su lengua.


Mariano:_ mirá quien está acá! Moro… es tu hijo.. lo extrañas? – yendo hacia donde estaba Pedro parado observando.


PP: _ Si Mucho – dijo evitándome la mirada.


Mariano: _El perro se extraña cuando una pareja digamos esta así…? - le preguntó a Pedro dando a entender que estábamos distanciados, cosa que me emboló.


PP: _hubo muchos días que yo lo cuidaba y lo extraño… - dijo aún sin mirarme.


Pau: _Los días que se levantaba temprano – se me escapó decir y automáticamente me dio timidez bardearlo porque no era mi intención exponerlo más… así que me vi en la obligación de recomponer lo dicho – no la verdad que no, que fue un pilar fundamental para la final porque yo me levantaba a las 8 de la mañana y Pedro estaba ahí cuidándolo a Moro – dije rápido sin saber del todo lo que decía para evitar aumentar su enojo.


Mariano divertido por la situación soltó un “No puedo creer que esto esté pasando en vivo” pero en el fondo él lo disfrutaba, estaba en su salsa. Nos seguía manejando como títeres funcionales al programa y nosotros dos caíamos una vez más en eso que dijimos hasta el cansancio que teníamos que evitar. Exponernos.


Decidimos entre todos distender un poco la situación poniéndole humor porque sino terminaríamos abriendo una puerta que nadie sabe a dónde llevaría.


Pedro intentaba al aire demostrar su vínculo de padre con Moro llamándolo a ver si el chancho le obedecía, pero por supuesto Moro estaba en la suya, olfateando todo sin registrarlo, lo que despertó mi compasión ya que no quería que Pedro sintiera que estábamos en veredas opuestas.  Siempre habíamos jugado para el mismo equipo, y me incomodaba sentir esa especie de disputa al aire entre nosotros. Tampoco es que nos habíamos separado… simplemente no habíamos podido hablar para pasar en limpio nuestra relación y cómo seguir.


Con Moro como excusa, nos cruzamos un par de facturas y empezamos a histeriquearnos… como siempre… era muy difícil para nosotros no soltar lo que nos pasaba y nos olvidábamos por momentos de las cámaras, acostumbrados ya a que toda suceda al aire. Reclamos encubiertos, celos camuflados detrás de bromas, hasta que empezaron a reclamar que Pedro también tenía derecho a pasar tiempo con el perro y que se lo diera para llevárselo a la isla. Creo que ese fue mi límite. Con mi chancho no! Por las dudas deje en claro que se lo prestaba sólo un día, cuando yo trabajara.


Pau: Pero pará, un día porque realmente lo extraño de verdad. Es como un hijo – me vi obligada a aclarar – Lo extraño, lo siento, lo necesito.


PP: _Y a mí? – disparó Pedro al aire y sin ninguno filtro – y a mí? – volvió a preguntar descolocándome por completo.


Pau: _no me corras… - dije actuando lo más naturalmente posible sin poder creer que esto estuviera saliendo en vivo mientras comenzaba a sentir que las piernas se me aflojaban.


Y de golpe todas las miradas se centraban en nosotros y todos estábamos igual de descolocados y tanteando como salir de ahí.


Pero la tensión estaba en el aire y ni Pedro ni yo podíamos hacer de cuenta que lo que pasó no pasó, ni nos daba para seguir mirando para otro lado.  Estaba a la vista que nos necesitábamos, que necesitábamos aclararnos y pasar este mal rato… entendernos, acercarnos. Volver a ser nosotros.


Cuando lo vi acercarse me paralicé. Mientras lo tuviera a distancia todo se me hacía más manejable, pero en cuento Pedro irrumpiera en esa barrera invisible que nos separaba a cada uno de un lado del estudio… yo sabía que iba a flaquear, y obviamente me tomó por sorpresa su actitud.  De golpe lo tuve parado enfrente a centímetros nada más y me olvidé de todo y de todos.


Pedro me agarró por la cintura atrayéndome hacia él y llevó mis brazos a su cuello logrando que lo abrazara al mismo tiempo que él besaba mi mejilla para después hundirse en mi cuello, lo que terminó de desarmarme. Sin ser consciente de lo que hacía busque su cara para darle un beso, y abrazarlo más fuerte. No era momento para hablar pero me llenaba de tranquilidad sentirlo aferrado a mí nuevamente. Nos pedimos en secreto disculpas por las discusiones de estos días y quedamos en hablar más tarde.
En cuanto nos separamos me volvió a la mente la frase que tan mal me había puesto antes de venir y quise pedirle a Mariano que me explicara… quizás Pedro realmente no tuviera nada que ver y yo me había enojado con él por algo que en realidad me molestaba de Mariano.


Así que sin rodeos le pregunté en secreto por qué había insinuado al aire que Pedro podía interesarse en Agustina.


Marian: _apa te pico – tiró divertido y disfrutando de la situación.


Pau: _ Si yo quiero saber – lo increpé - porque no entendí, estaba así en mi casa, y me dije… - Mariano no me dejó terminar que comenzó a explicar la situación para que todos entendieran de qué hablábamos.


Mariano: _cuando estábamos hablando de Agustina, una de las participantes del bailando que es muy bonita, yo en un momento me acerqué a Pedro y le hice “pilluelo” y con su dedo hizo el gesto que acompañaba ese término que comenzaba a irritarme.


Y esta vez lo interrumpí yo “como hacías conmigo cuando estábamos arrancando en el bailando¨ - dije con plena calma y mi mejor sonrisa, sabiendo que a Pedro le estaba cayendo la ficha recién ahora de lo que desató mi enojo hacía un rato.


Me miró con una sonrisa demostrándome que había entendido y un poco divertido por la situación de que lo celara en primera medida y que le estuviera poniendo los puntos a Iudica al aire como segunda.


La situación se convirtió en algo gracioso más que nada porque estábamos en vivo. Yo ya no tenía nada que perder, así que disfrutaba divertida los intentos de Mariano por zafar de darme explicaciones y cómo salir airoso de ese brete en el cual él mismo nos había metido por cizañero. Nos seguimos pasando algunas facturas más al aire y me encargué de marcar territorio a los cuatro vientos para que a nadie le quepan dudas que Pedro no estaba disponible. Estaba celosa y no tenía problema ya de blanquearlo .Seguía esperando mi explicación, y Mariano daba vueltas evitándome. Estaba más que claro, que no podía refutar mi planteo. Su comentario me había caído mal y se lo hice saber. Pero tenerlo a Pedro a mi lado, de mi lado, ya me devolvía toda la seguridad que había perdido en estos días.


No es que ya todo estuviera bien entre nosotros… teníamos varios puntos que aclarar y era obvio que estando frente a cámaras, no lo íbamos a poder hacer. Pero en el corte hablamos más tranquilos y nos pusimos de acuerdo para seguir conversando después de que terminara el programa, porque lamentablemente Pedro debía quedarse para el estreno de la noche y no estaba seguro de cuando iba a poder volver a tierra firme.


Pau: _Hoy tenés que irte a dormir allá? No podes quedarte y viajar mañana?


PP: _No Pau, hoy es la noche de bienvenida, se hace una fiesta después del programa y acordate que esto es un reallity, las cámaras siguen prendidas grabando y lo que pase en la noche es importante.


Pau: _y cuando volves para acá?


PP: _de verdad no estoy seguro. Todo se va a ir viendo día a día, dependiendo de lo que vaya pasando. Nosotros estamos como productores de los participantes, estamos para solucionarles temas, contenerlos, motivarlos… no laburamos con horarios. Ya te lo expliqué.


Pau: _ya sé, pero me cuesta entender como sigue lo nuestro sin saber cuándo nos vamos a ver.


PP: _yo sé que es complicado lo que te estoy pidiendo pero necesito que me banques Pau. No depende de mí.


Y yo lo entendía pero no lo podía procesar. Me enojaba la situación. Me enojaba no poder transmitirle que yo también lo necesitaba y lo mal que me hacían las distancias. En vez de compartir con él mis miedos, decidí que tenía que mostrarme fuerte, superada… segura. Si lo razonaba en realidad no hacía mucho tiempo que estábamos y tampoco éramos formalmente novios porque no habíamos tenido tiempo para establecernos como tal. Así que internamente decidí dejar que las cosas pasaran y ver qué salía de todo eso.


El programa seguía al aire y llegó Canosa de invitada, ya que sería la conductora del Soñando por Bailar y había que venderlo.


Jugamos al aire un pase de facturas más entre ella y nosotros, porque nunca había creído en nuestra pareja y de golpe nos estaba analizando como si nos conociera de toda la vida.
En un momento empezaron a especular cuál de los participantes que entraba esa noche, sería el que no continuara, ya que hoy mismo uno de ellos quedaba fuera de la isla y Pedro, quien más cerca estaba de ellos y quizás quien más los conocía, no quiso responder.


Marian: _ Pedro, para vos quien se va?


PP:_ no sé, no te lo puedo responder…


Pau: _ay nunca te jugas por nada – se me escapó decir sin pensarlo demasiado.


PP: _por vos me juego siempre – me dijo serio clavándome la mirada y demostrándome que no le había caído bien mi comentario.


En realidad yo no lo había dicho con esa intención. Tenía claro que por mí había hecho cosas que nunca podría haber imaginado y que siempre había quedado expuesto y no siempre muy bien parado… pero yo se lo decía porque en lo laboral, sentía que a veces Pedro era un tibio. De todos modos reconocí (sólo para mí misma) que mi comentario no había sido el más acertado para tirar al aire. Yo también debía aprender a poner un filtro y algunas cosas dejarlas para decirlas cuando ya nadie nos escuchara.


El programa finalmente llegó a su fin y con Pedro nos fuimos a uno de los camarines para hablar tranquilos.


PP: _bueno acá estamos.


Pau: _si Pedro ya sé que estamos acá – dije molesta pero más que nada por no saber cómo arrancar ni qué decir. Honestamente sentía que no tenía nada en limpio para decirle.


PP: _podés cortarla Pau? – dijo con tono cortante – qué te pasa?


Pau: _no sé. – y se me hizo un nudo en la garganta.


PP: _qué es lo que no sabes? – me increpó


Pau: _No sé nada Pedro. Eso me pasa. No sé cómo seguimos. No sé cómo se hace. No sé si vamos a poder bancarlo. No sé nada, entendes? – dije casi llorando de bronca por tanta incertidumbre.


PP: _Pau… - dijo con calma e hizo una pausa – mirame. Dale mirame – y con su mano alzó mi cara tomándome por la pera con suavidad – soy yo. No cambió nada.


Y mirarlo a los ojos me recordó quiénes éramos los dos.


PP: _Hola! – poniendo carita de perro abandonado – te extrañe mucho, sabes? – dijo haciendo un puchero con toda su cara y alzando las cejas.


Su cara, su gesto, su voz, su forma de hablarme y tenerlo tan cerca me desarmaron por completo y me permití que alguna lágrima finalmente se escapara de mis ojos. Intenté armar una especie de sonrisa entre muecas ya que me temblaba el mentón, y él me sonrió compasivo.


Sin pedirme permiso se acerco y me rodeó con sus brazos conteniéndome por completo. Cuando Pedro me abrazaba yo me sentía chiquita, sentía que entraba en su hueco y que ahí podía quedarme a vivir o al menos a esperar que pasara cualquier tormenta por peligrosa que fuera. Si Pedro me abrazaba todo era paz.


Me dejé abrazar y me aferré a él con todas mis fuerzas. Yo también lo había extrañado y mucho. Recién ahora que volvía a sentirlo así tan mío y a sentirme yo tan suya, me permitía dejar salir eso que de verdad sentía por él. Estando en sus brazos, no quería ser fuerte ni independiente. Quería y necesitaba ser Yo.


PP: _ahora sí nos vamos acercando más a la idea que tenía de reencuentro – soltó Pedro con un tono algo gracioso mientras acariciaba mi espalda y mi cabeza.


Me separé de su abrazo apenas para mirarlo a los ojos y sonreírle. Pedro me podía entera.


PP:_ Hola! – dijo con un tono muy gracioso y sobre actuando para después mirar mi sonrisa y fijar sus ojos en mi boca – por Dios como extrañaba tu sonrisa.. o quizás sea tu boca?... a ver?


Se acercó despacito, acortando cada centímetro que nos separaba y disfrutando de esa espera hasta que por fin impacto en mis labios y se adueñó de un beso y de todo mi ser.


Nos besamos dejando de lado todas las discusiones y toda la distancia. Nos besamos para recuperar algunos de todos esos besos que nos prometíamos durante esos días que no nos vimos. Nos besamos sin pensar en el después. Nos besamos para entendernos, para reconocernos.


Nos separamos solo para fundirnos en un abrazo y en un suspiro. Yo tenía mi cabeza hundida entre su cuello y su pecho y el su cabeza entre mi hombro y mi cuello, dejándome suaves besos que me llenaban de amor y compensaban en parte la soledad y los desencuentros.


Pau: _no vale así – solté sin moverme de de su abrazo.


PP: _qué es lo que no vale? – preguntó siguiendo con los besos.


Pau: _que me hagas olvidar de todo con besos – y alcé apenas mi cara para buscar su mirada.


Pedro levantó su cabeza y mirándome a los ojos me respondió…


PP: _gorda no tengo demasiadas respuestas. Lo único que tengo claro es lo que me pasa con vos. El resto creo que lo vamos a tener que descubrir juntos y sobre la marcha. Si hacemos que funcione, va a funcionar.


Pau: _y si no funciona? – pregunté con algo de tristeza y miedo.


PP: _y si hacemos que funcione? – me refutó – Mirá- dijo sentándose en una de las sillas del camarín y colocándome a mí sobre sus piernas – nada cambia para mí Pau. La única diferencia es que no te voy a poder llenar de besos todos los días y que los voy a ir acumulando en mi bolso para traerlos y dártelos todos juntos apenas pueda.


Y la imagen tierna de un bolso lleno de besos me hizo sonreír boba de amor.


PP: _amor no va a pasar nada. No te comas la cabeza.


Pau: _no soy muy amiga de las distancias Pepe, ya te explique. No me llevo bien con las relaciones así. No tuve buenas experiencias.


PP: _gorda no me voy a la India, estoy acá nomás en Tigre. Ya te dije que si es por mí te llevo conmigo. Sos vos la que no querés venir. Vos podés visitarme cuando quieras, venir y quedarte y yo voy a venir cada vez que pueda. Te lo prometo.


Pau: _ya te expliqué por qué no quiero ir. – dije dándole cierre a esa opción ya que no quería volver a discutir ese punto.


PP: _Ok, lo sé. No lo comparto pero lo acepto. Entiendo tu planteo y que no quieras mezclar las cosas. Pero bueno, yo siempre voy a estar. Igual que ahora. Y si pinta que nos veamos… algo vamos a inventar. Confiá en mí. Creamos en nosotros.


Pau: _ Yo confío en vos y creo en nosotros – respondí seria para no dejar el más mínimo lugar a la duda. – en lo que no confío es en sobrellevar la ausencia y en los malos entendidos.


PP: _Si no permitimos que pasen, no va a haberlos. Y yo prometo estar presente todo lo que pueda, como hicimos estos días. Vamos a hablar todo el tiempo, por celu o por chat. No te voy a dejar en paz vas a ver – y me dio un beso en la punta de la nariz – vas a ser vos la que no me de bola.


Pau: _no seas tonto. Siempre te doy bola. – dije despeinando los pelos sobre su frente y acariciando su nuca.


PP: _no siempre, pero mejor no entremos en detalles – dijo mientras se apoderaba nuevamente de mi boca para callarme con un beso – te juro que odio tener que cortar el clima pero tengo que ponerme a laburar.


Pau: _ ya sé. Esto es una revolución, todo el canal está alterado. – dije levantándome de sus piernas.


PP: _si. Digamos que nos tiene que salir bien… se invirtió mucho en el nuevo programa – soltó mientras tironeaba de mi mano para volver a acercarme a él – pero no quiero hablar del programa, quiero que nos despidamos bien – y me tomó por la cintura para volver a abrazarme y besar mi cuello.


Pau: _La van a romper, olvidate! – dije abrazándolo y acariciando su espalda.


PP: _a la única que quiero romper es a vos – dijo sensualmente en mi oído.


Pau: _sos un tarado – reí dejando un golpe en su hombro mientras me hacia cosquillas con sus besos en mi cuello.


PP: _pero te encanto así de tarado – dijo jugando con mi nariz y provocando a mi boca.


Pau: _ahhh pero como te la estás creyendo! – lo burlé mientras dejaba pequeños besos en su mentón y nariz.


PP: _te morís por mí. Admitilo Chaves. No podés resistirte a mis encantos.


Pau: _ no quiero resistirme – dije fijando mis ojos en su boca – que es muy diferente.


Y ambos nos besamos llenos de deseo y de amor contenido. Un beso largo y dulce. Un beso profundo y sincero. Un beso que nos alcanzara hasta nuestro próximo encuentro.
Hola hola hola todos. Luna nuevamente reportándose desde la estratósfera para hacerles una nueva entrega.
Antes de que comiencen los insultos por la temática abordada, quiero que sepan que es un Epi hecho a pedido... asi que pueden guardar los reclamos que les paso luego las responsables...
Sobre todo en la parte final.
Por si no quedó claro... este nuevo Episodio constará al menos de 3 partes... y todo concluirá quizas en la fecha más negra del calendario Pauliter.
Aún así espero que lo disfruten.
Pueden comentar cuanto gusten.
Hasta la 2da parte! (que espero sea pronto!!!) Gracias!